Los Yankees de Nueva York hicieron oficial la adquisición del tercera base Ryan McMahon, procedente de los Rockies de Colorado, en un movimiento que fortalece su infield con miras a la postemporada. A cambio, la novena del Bronx cedió a dos lanzadores prospectos: Griffin Herring y Josh Grosz.
McMahon, de 29 años, tiene contrato garantizado hasta la temporada 2027, lo que lo convierte en una inversión a mediano plazo y no solo una pieza de renta para este cierre de año. Esa estabilidad contractual fue clave para que los Yankees priorizaran su fichaje sobre otros nombres como Eugenio Suárez, quien será agente libre al final de la presente campaña.
En lo que va de 2025, McMahon ha tenido una temporada productiva con Colorado, mostrando su acostumbrado poder ocasional y defensa confiable en la esquina caliente. Aunque no es una súper estrella, su perfil completo encaja bien en una alineación de Yankees que busca consistencia en el lado izquierdo del cuadro.
El gerente general Brian Cashman había declarado que una de las principales prioridades del equipo era apuntalar la tercera base, una posición que ha rotado entre varios jugadores sin consolidarse en el año. Con McMahon, los Yankees ganan estabilidad y un bate zurdo que puede beneficiarse del jardín derecho del Yankee Stadium.
Por su parte, los Rockies apuestan al futuro con Herring, un zurdo con buen comando que ha brillado en ligas menores, y Grosz, un derecho de poder con potencial de convertirse en relevista de alto impacto. Ambos estaban clasificados entre los 20 mejores prospectos de la organización neoyorquina.
Con este movimiento, los Yankees refuerzan su postura como contendientes en la Liga Americana, dejando claro que no solo van por la clasificación, sino por el título. Y con casi dos semanas para la fecha límite de cambios, podrían no ser los únicos movimientos que hagan.
