Randy Arozarena no solo destaca en las Grandes Ligas por su talento, también lo hace por su agradecimiento hacia las personas que lo ayudaron a crecer.
El pelotero, nacido en Cuba y adoptado por México, se ha convertido en una de las figuras más queridas del béisbol, tanto por su juego como por su carisma.
Durante unas vacaciones en Yucatán, Arozarena aprovechó para visitar a dos entrenadores que lo apoyaron en sus primeros años: Carlos Pérez y Edwin Solís Ballote. La visita no pasó desapercibida, pues el beisbolista decidió sorprenderlos con un regalo muy especial.
De acuerdo con medios locales, Randy les entregó un automóvil marca Geely, valuado en unos 350 mil pesos. Los entrenadores compartieron el momento en redes sociales, mostrando su emoción y agradecimiento.
Este gesto confirma que, pese a su éxito, Arozarena no olvida a quienes lo ayudaron a llegar hasta donde está. Su historia sigue inspirando a muchos, dentro y fuera del campo.







