La gripe aviar está afectando a los pollos en Estados Unidos, provocando escasez y haciendo subir los precios en tiendas minoristas y restaurantes. La semana pasada, uno de los mayores productores de huevos del país dijo que las gallinas de una de sus granjas de Indiana habían dado positivo en la prueba de la gripe aviar.
Los investigadores han subrayado que la gripe aviar sigue suponiendo un riesgo mínimo para el público en general, aunque eso puede cambiar a medida que el virus siga circulando y posiblemente mutando. Pero los numerosos estantes vacíos en las tiendas y los precios más elevados de los huevos que la gente puede encontrar han suscitado preocupación entre los consumidores sobre la seguridad del suministro de huevos.
En este momento, los expertos afirman que es poco probable que un huevo contaminado con gripe aviar llegue a las tiendas de comestibles. La normativa federal exige que los huevos envasados comercialmente se laven y desinfecten, lo que ayuda a eliminar las partículas de virus del exterior de la cáscara.
El propio virus también enferma rápidamente a las gallinas. Los productores de huevos, al detectar las primeras aves infectadas, pueden responder sacrificando el resto de la bandada. Y cualquier ave infectada probablemente morirá a causa de su enfermedad antes de que pueda producir huevos contaminados.
“Las aves muertas no ponen huevos”, dijo Gail Hansen, experta en salud pública veterinaria y consultora en Washington D.C. Cuando el virus afecta a una bandada, sus huevos suelen retirarse del suministro de alimentos.
Los científicos siguen tratando de averiguar si los seres humanos pueden contraer la gripe aviar por comer o beber productos contaminados con el virus. La mayoría de las al menos 66 personas infectadas en Estados Unidos desde 2024 contrajeron el virus a través del contacto con animales enfermos.
Aun así, parece probable que el virus pueda transmitirse a través de ciertos alimentos: algunos monos han enfermado tras beber leche sin pasteurizar que contenía el virus. Y ciertos gatos han muerto tras consumir leche contaminada y alimentos crudos para mascotas.
El virus está especialmente extendido en las ubres de las vacas, lo que significa que la leche no pasteurizada puede contener altas concentraciones del virus, dijo Stacey L. Schultz-Cherry, viróloga y experta en gripe del Hospital Infantil de Investigación St. Jude. Es posible que los huevos contengan menos virus, aunque es difícil saberlo con certeza sin estudios comparativos, explicó Matthew Moore, profesor asociado de Ciencias de la alimentación de la Universidad de Massachusetts Amherst. Pero “aun suponiendo que de alguna manera se hiciera algo al estilo Rocky y se comieran crudos”, la probabilidad de contraer la gripe aviar a partir de un huevo “sigue siendo bastante baja”, afirmó.
Si quieres extremar la precaución, los productos de huevo pasteurizados —como las claras de huevo líquidas y envasadas en empaques de cartón— se consideran seguros, ya que la pasteurización inactiva el virus.
Y cocinar bien los huevos mata el virus. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan cocinar los huevos a una temperatura interna de 73,8 grados Celsius, lo que significa que las yemas deben estar firmes, y que los huevos revueltos no deben estar aguados o blandos.
“La conclusión es que si la gente está utilizando buenas prácticas de manejo de alimentos y cocinando completamente sus huevos como se recomienda, entonces el riesgo es extremadamente bajo”, dijo Meghan Davis, veterinaria y epidemióloga ambiental de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins.
Los expertos también recomiendan emplear medidas de seguridad alimentaria de sentido común: si manipulas huevos crudos, lávate bien las manos y limpia con agua y jabón las superficies de cocción y las sartenes después de cada uso.
Y resiste la tentación de tomar una cucharada de masa cruda para galletas o pastel, no solo para minimizar cualquier riesgo potencial de gripe aviar, sino para evitar patógenos mucho más comunes, como la salmonela, que pueden causar intoxicación alimentaria. Estas infecciones pueden ser especialmente graves para los niños pequeños, los adultos mayores, las mujeres embarazadas y las personas inmunodeprimidas, pero pueden hacer que cualquiera se sienta pésimo durante unos días.
“Son razones de peso para seguir recordando a la gente que manipule los huevos adecuadamente”, dijo Moore. “Sobre todo si vas a pagarlos muy caros: que no te den diarrea”.
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