Preocupación por la producción expresó el sector patronal ante el impulso y promoción de la ley sobre reducir el tiempo de trabajo semanal a 40 horas, desde las 48 actuales.
El Gobierno Federal pretende que el cambio se realice gradualmente en los siguientes años, aunque muchos trabajadores lo exigen ya.
No obstante, expertos señalan que el sector manufacturero sería el más afectado, independientemente de su ramo industrial, ya que las fábricas suelen trabajar las 24 horas en tres turnos divididos por ocho.
Entrevistado por el diario Reforma, Germán de la Garza, socio gerente regional de Fisher Phillips, advierte: «Con una reducción de la jornada laboral, para cumplir el ciclo productivo deberán contratar más personal o pagar tiempo extra».
Añadió que la preocupación se basa en si la reducción laboral significará costos adicionales en la producción, mermando las ganancias.
Otros sectores, como en hoteles y restaurantes, trabajadores buscan trabajar incluso más de las 8 horas, pero muchos se verían afectados, debido a si sus patrones estarían dispuestos a pagar otras extras.
