Cuando te resfrías, es normal sentirlo primero en los dedos de las manos y de los pies. Son los más alejados del centro del cuerpo, donde se genera la mayor parte del calor.
Tener las manos y los pies fríos no suele ser grave, afirmó el Dr. Nicholas Morrissey, cirujano vascular del Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia en Nueva York. Sin embargo, los expertos nos indicaron cuándo un escalofrío podría indicar un problema médico y nos dieron sus mejores consejos para calentar.
¿Por qué se enfrían las manos y los pies?
Nuestros órganos internos nos mantienen calientes cuando estamos sedentarios y nuestros músculos se convierten en la principal fuente de calor cuando estamos activos.
Pero en las manos y los pies no hay órganos ni músculos importantes: sólo suficiente espacio para que escape el calor y poco aislamiento (o grasa) para retenerlo, dijo Stephen Cheung, profesor de kinesiología en la Universidad Brock en Ontario.
En cambio, las manos y los pies se mantienen calientes gracias a una densa red de diminutos vasos sanguíneos que circulan desde el corazón. Estos vasos se estrechan con el frío, ya que el cuerpo intenta reducir la pérdida de calor y redirigir la sangre caliente hacia los órganos vitales.
“Tu cerebro dice: ‘Puedo vivir sin mis manos y mis pies. No puedo vivir sin mi corazón, mis pulmones ni mi hígado’”, dijo el Dr. Cheung.
Algunas personas pueden ser más susceptibles a tener las manos y los pies fríos.
Por ejemplo, las mujeres generalmente sienten más frío que los hombres porque los vasos sanguíneos de sus manos y pies tienden a contraerse más rápidamente con el frío, dijo Mike Tipton, profesor de fisiología humana y aplicada en la Universidad de Portsmouth en Inglaterra.
Los niños y las personas con bajo peso también tienen menos masa muscular y grasa para generar y retener calor, añadió.
Las personas mayores también corren un mayor riesgo de tener las manos y los pies fríos, dijo el Dr. Tipton, porque sus nervios y vasos sanguíneos tienden a deteriorarse con el tiempo.
¿Cuándo es esto un problema médico?
Las manos y los pies fríos a veces pueden indicar problemas más graves.
Por ejemplo, alrededor del 5 % de los estadounidenses padecen el síndrome de Raynaud, en el que los espasmos de las arterias de las manos y los pies, generalmente causados por el frío o el estrés, interrumpen temporalmente el flujo sanguíneo. Esto puede provocar que los dedos de las manos y los pies cambien de color, explicó la Dra. Jessica Gordon, reumatóloga del Hospital for Special Surgery de Nueva York: blancos y azules en pieles más claras, o más amarillos y morados en pieles más oscuras. Si bien el síndrome de Raynaud generalmente es inofensivo, en ocasiones puede ser causado por enfermedades autoinmunes graves como el lupus o la esclerodermia, añadió.
Otras causas de manos y pies fríos incluyen coágulos en los brazos y las piernas; enfermedad arterial periférica, o estrechamiento de los vasos en las extremidades; y lesiones nerviosas, que pueden dañar la capacidad del cuerpo para detectar la temperatura y controlar los vasos sanguíneos, dijo el Dr. Morrissey.
El hipotiroidismo y la anemia también pueden causar manos y pies fríos, al igual que ciertos medicamentos como estimulantes, betabloqueantes y pseudoefedrina, dijo la Dra. Neha Vyas, médica de medicina familiar en la Clínica Cleveland.
Los expertos dicen que usted debe consultar a un médico si tiene las manos o los pies fríos recientemente o si la sensación de frío de repente es más severa; si siente un dolor intenso; si desarrolla llagas, costras o úlceras en los dedos de las manos o de los pies; o si la sensación de frío persiste, incluso si debería estar cálido.
¿Qué puedo hacer para calentar?
Mantener todo el cuerpo caliente es la mejor manera de protegerse contra el congelamiento de los dedos de los pies y de las manos.
Así que, antes de salir, abrígate con un suéter, una chaqueta cortavientos y un gorro. «Si logras mantener el torso caliente, el cerebro será menos egoísta» y será menos probable que corte el flujo sanguíneo a las manos y los pies, dijo el Dr. Cheung. De hecho, las investigaciones sugieren que, para mantener los dedos calientes y activos, es mejor calentar el torso que las manos.
También es importante saber cuándo quitarse esas capas. «El sudor destruye el aislamiento que proporciona la ropa», explicó el Dr. Tipton, porque llena las pequeñas bolsas de aire que normalmente atrapan el calor entre la tela y la piel.
Sostener una taza de café caliente también puede ofrecer un alivio temporal, y usar guantes y calcetines gruesos puede ayudar a retener el calor. Pero la mejor manera de calentar es aumentar la frecuencia cardíaca, dijo el Dr. Cheung, ya sea haciendo ejercicio, caminando un poco más rápido o dando pasos sin moverse del sitio. Al hacer ejercicio, entre el 70 y el 80 por ciento de la energía que quema se libera en forma de calor, y a medida que el torso se calienta, el cuerpo bombea más sangre a las manos y los pies, añadió.
En casa, los expertos recomiendan calentarse con calor lento y suave (como acurrucarse bajo una manta) en lugar de un golpe repentino, como pasar las manos por agua caliente. Este método más lento es más suave para los nervios y los vasos sanguíneos.
Tener las manos y los pies fríos puede ser incómodo, pero la buena noticia es que la solución suele consistir en pequeños ajustes de sentido común.
