domingo, diciembre 21, 2025

¿POR CUÁNTO TIEMPO PUEDES TOMAR ANTIDEPRESIVOS?

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Marjorie Isaacson empezó a tomar medicamentos para la depresión cuando se acercaba a los 30 años, y consideró que estos le salvaban la vida.

Por aquel entonces, se enfrentaba a un matrimonio difícil y tenía problemas para comer. Descubrió que el fármaco la ayudaba a recuperar el equilibrio. “Estaba muy agradecida por simplemente poder funcionar”, dijo.

Pero recientemente, Isaacson, de 69 años, se ha planteado si quiere seguir tomando antidepresivos el resto de su vida.

En concreto, Isaacson se pregunta por los efectos a largo plazo de su medicamento, un inhibidor de la recaptación de serotonina-norepinefrina que se sabe que eleva la tensión arterial. Y se siente intranquila por la reciente reacción en contra de los fármacos psiquiátricos, que ha criticado sus efectos secundarios y los difíciles síntomas de abstinencia.

“Con el paso de los años, las cosas han cambiado de ‘Tómatelo y verás cómo te va, ahora no tienes por qué preocuparte’ a ‘Bueno, resulta que las cosas pueden ser un poco complicadas’”, dijo. “Eso es preocupante”.

Los antidepresivos se encuentran entre los fármacos más recetados y de más fácil acceso en Estados Unidos, y muchas personas los toman durante años.

Pero aunque los antidepresivos modernos existen desde hace décadas –la Administración de Alimentos y Medicamentos aprobó el Prozac para el tratamiento de la depresión en 1987–, hay muy poca información sobre su uso a largo plazo. La FDA aprobó los fármacos basándose en ensayos que duraron, por mucho, unos pocos meses, y los ensayos controlados aleatorizados de antidepresivos normalmente han durado solo dos años o menos. Las directrices clínicas actuales no especifican el tiempo óptimo durante el que deben tomarse.

La falta de datos puede hacer que para la gente sea difícil saber cuándo, o si debe dejarlos. Así que les preguntamos a los psiquiatras: ¿cuánto tiempo debe alguien tomar antidepresivos?

¿Qué factores deben tomarse en cuenta?

Los psiquiatras dicen que es una decisión que conviene tomar junto con tu médico. La respuesta depende de tus síntomas, el diagnóstico, la respuesta a la medicación, los efectos secundarios y otros factores, todas ellas cosas que debes comentar con un profesional médico.

Pero a menudo esas conversaciones no se producen, dijo Awais Aftab, psiquiatra de Cleveland.

Y los proveedores siguen recetando antidepresivos a personas con bajo riesgo de recaer en la depresión “por inercia”, añadió. “Esa es la parte problemática, y hay que abordarla”.

Se sabe que los antidepresivos tienen efectos adversos que suelen desaparecer a medida que el organismo se adapta. Pero algunos efectos secundarios, como el aumento de peso y la disfunción sexual, pueden persistir.

Alice, de 34 años, que vive en Massachusetts y pidió que solo se hiciera referencia a ella por su nombre de pila para proteger su privacidad, siguió tomando citalopram durante dos años antes de decidir dejarlo.

Le resultaba útil para tratar sus ataques de pánico. Pero el citalopram, un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina, también le hizo ganar peso y le dio una sensación de “estabilidad artificial”, dijo. Su terapeuta quería que siguiera tomándolo. Alice no estaba de acuerdo. Así que dejó de tomar el fármaco de golpe –un proceso angustioso– y ahora utiliza métodos como la meditación y escribir un diario para controlar sus síntomas.

¿Qué recomiendan los médicos?

Para la depresión severa, las directrices clínicas sugieren tomar medicación hasta que los pacientes se sientan “prácticamente como ellos mismos”, dijo Jonathan Alpert, jefe del departamento de psiquiatría del Montefiore Einstein de Nueva York.

Después, es importante seguir tratándolos durante al menos cuatro a nueve meses para “afianzar” su recuperación, añadió. Las investigaciones sugieren que dejar los fármacos antes de ese plazo puede aumentar las probabilidades de recaída.

Después, los pacientes pueden seguir tomando los medicamentos durante al menos uno o dos años más, lo que se conoce como tratamiento de mantenimiento.

Estas recomendaciones se basan, en parte, en estudios que han hallado mayores tasas de recaída entre quienes dejan de tomar la medicación frente a quienes no lo hacen. Y representan un consenso entre expertos, plasmado en las orientaciones de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría y otras sociedades profesionales como la Red Canadiense para Tratamientos del Estado de Ánimo y la Ansiedad.

Al considerar el uso a largo plazo, Alpert piensa en varios factores.

En primer lugar, ¿cuánto tiempo lleva enfermo el paciente? ¿Ha tenido esa persona múltiples episodios depresivos? Las personas que, como Isaacson, han tenido una depresión de dos o más años de duración, o al menos dos episodios depresivos, tienen muchas más probabilidades de tener otros adicionales, según demuestran las investigaciones.

En segundo lugar, considera la gravedad de la enfermedad. ¿Estuvo el paciente ingresado en el hospital? ¿Tenía esa persona problemas para funcionar en su vida diaria o tuvo que probar varios fármacos antes de dar con uno que funcionara? Una enfermedad grave y difícil de tratar sugeriría la necesidad de un uso prolongado, dijo.

Por último, examina la eficacia: ¿funciona la medicación? Algunas personas mejoran, pero siguen teniendo síntomas residuales. Continuar con la medicación a menudo tiene sentido, dijo Alpert, para prevenir “el riesgo de una recurrencia”.

Los antidepresivos también se utilizan para tratar una amplia variedad de otros trastornos, como la ansiedad, el trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno de estrés postraumático y el dolor crónico. Para estos problemas, suele ser necesario un tratamiento a largo plazo, dicen los expertos.

¿Es más difícil dejar los antidepresivos tras un uso prolongado?

Se necesitan más datos, pero algunos estudios sugieren que el consumo prolongado puede producir fuertes síntomas de abstinencia.

En general, se calcula que aproximadamente una de cada seis personas que dejan de tomar un antidepresivo experimenta síntomas adversos. Estos pueden incluir mareos, fatiga y descargas cerebrales. Para uno de cada 35 pacientes, los síntomas pueden ser especialmente graves. En algunos casos, son tan problemáticos que intentar dejarlo resulta demasiado difícil.

Disminuir gradualmente la dosis puede ayudar, dicen los médicos.

¿Hay algún peligro en tomar los fármacos a largo plazo?

Es difícil decirlo con certeza.

Algunos estudios observacionales sugieren que, en general, los antidepresivos son seguros. Pero los fabricantes de fármacos no han financiado ningún estudio controlado aleatorizado para examinar su uso durante décadas.

Dado que un gran número de personas toman antidepresivos (alrededor del 11 por ciento de los adultos estadounidenses), si hubiera problemas adicionales relacionados con su uso “sería bastante difícil pasarlos por alto”, dijo Paul Nestadt, director médico del Centro para la Prevención del Suicidio de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins.

Los fármacos no están exentos de riesgos, que varían según el medicamento. Algunos antidepresivos se han asociado a aumentos de la tensión arterial, la frecuencia cardiaca y el colesterol. También pueden reducir los niveles de sodio y aumentar el riesgo de coágulos sanguíneos.

Un estudio danés publicado en mayo descubrió que las personas que tomaban antidepresivos entre uno y cinco años tenían un mayor riesgo de morir repentinamente de una afección cardiaca que quienes no tenían antecedentes de haber tomado estos fármacos. Sin embargo, no está claro si las muertes se debieron a la medicación o a la propia enfermedad psiquiátrica.

“Me encantaría disponer de más estudios para cuantificar mejor estos problemas”, añadió Nestadt.

Cualquier inconveniente se debe sopesar frente a los riesgos muy reales de evitar la medicación, subrayan los psiquiatras.

“Sigo opinando que, en quien tiene una depresión real, los beneficios superan a los riesgos”, dijo Nestadt.

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