A partir del próximo año, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) podrá negar la inscripción al Registro Federal de Contribuyentes (RFC) o hasta cancelarla si una empresa tiene relación con socios, accionistas o representantes con sellos (CSD) restringidos.
Los sellos (CSD) significan Certificados de Sello Digital y son restringidos cuando el SAT paraliza sus operaciones comerciales que necesiten estos CSD.
Entre las causas de restricción están las omisiones en declaraciones, inconsistencias en domicilio fiscal, presunción de operaciones inexistentes, incumplimiento de requisitos del buzón tributario, no desvirtuar irregularidades, omisión en envío de reportes específicos.
La medida tiene relación al combate de las autoridades contra las «empresas factureras».
El objetivo es ya no ir contra empresas fantasmas sino contra los individuos detrás de ellas, ya que identificaron «sofisticados esquemas de creación y uso de personas morales que conforman redes de venta, comercialización y uso de facturas que amparan operaciones simuladas».
Asimismo, el SAT podrá suspender actividades, disminuir obligaciones fiscales, o cancelar el RFC de un contribuyente, cuando en sus propios sistemas detecte que durante los tres o cinco ejercicios anteriores no presentó declaraciones, no fue reportado en declaraciones de terceros, no emitió o recibió CFDI, no presentó avisos ante el RFC y no cuenta con créditos o requerimientos pendientes.
