Bill Belichick – el entrenador más laureado de la era moderna de la NFL, vivió un debut para el olvido como entrenador de fútbol americano a nivel colegial, pues su equipo la Universidad de Carolina del Norte perdió ante las ranas cornudas de Texas 14-48.
El Kenan Memorial Stadium agotó sus entradas desde hacía meses. Celebridades como Michael Jordan, Lawrence Taylor y Mia Hamm se encontraban en el recinto. ESPN trató el encuentro como un evento de prime time, y la expectativa era máxima, pues el mejor entrenador de la historia moderna del fútbol americano se estrenaba a nivel colegial.
Pero tras solo dos cuartos, la ilusión había desaparecido. Jordan se fue antes del medio tiempo y miles de fanáticos hicieron lo mismo. Para entonces, el marcador ya reflejaba una paliza.
La defensa de Belichick, históricamente temida en la NFL, fue irreconocible. En 511 partidos como entrenador profesional, jamás permitió 48 puntos. En su primer partido en la NCAA, su unidad colapsó por completo, concediendo 542 yardas y siendo víctima de una avalancha ofensiva por parte de TCU. El daño pudo ser aún mayor, de no ser porque el rival decidió arrodillarse en zona de gol en los minutos finales, renunciando a anotar los 50 puntos.
«Simplemente nos superaron en juego, nos superaron como entrenadores y fueron mejores que nosotros. Eso es todo», reconoció Belichick tras el encuentro. «Hicieron muchas más cosas bien que nosotros. Hay que reconocerles el mérito de ser el mejor equipo». La sinceridad del entrenador reflejó la magnitud de la derrota. Su equipo lució desprevenido, indisciplinado y superado en todos los aspectos: perdió el balón tres veces, falló incontables placajes y fue incapaz de establecer el juego terrestre o convertir en tercera oportunidad.
