La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, defendió la iniciativa de reforma a la Ley de Aguas Nacionales, al asegurar que busca poner fin al acaparamiento del recurso y eliminar los privilegios que permiten a particulares obtener ganancias millonarias sin utilizar el agua para los fines autorizados.
Desde La Mañanera, explicó que existen grandes agricultores y empresas con múltiples concesiones que incluso venden agua a municipios, obteniendo hasta 300 millones de pesos anuales, mientras comunidades enteras carecen del suministro.
Sheinbaum señaló que la reforma ordenará las concesiones y garantizará que el agua vuelva a ser un derecho humano y un recurso estratégico de la nación, como lo establece la Constitución desde 1917. “La visión neoliberal convirtió el agua en mercancía. Eso se acabó”, afirmó.
También aclaró que es falso que la ley impida a un ejidatario heredar o transmitir a sus hijos el uso del pozo ubicado en su propia tierra. “Lo que ya no se permitirá —dijo— es vender esa concesión a un desarrollador inmobiliario o especular con un recurso escaso”.
La mandataria recordó que durante el gobierno de Felipe Calderón se otorgaron miles de concesiones que derivaron en sobreexplotación de acuíferos y una distribución desigual del agua. Anunció que presentará datos de esos casos en una próxima conferencia.
