Paloma, una jovencita de 14 años, perdió la vida tras sufrir complicaciones por una cirugía estética a la que fue sometida con el consentimiento de su madre.
Los hechos sucedieron en Durango, de donde era originaria Paloma, la jovencita fue sometida a cirugía para ponerle implantes, el doctor que la habría intervenido es la pareja sentimental de la madre.
Sin embargo, Paloma presentó complicaciones días después y la madre le aseguró al padre de la jovencita que se trataba de covid pero que ella la cuidaría.
Al pasar los días, el padre de la jovencita seguía en contacto para saber el estado de salud de su hija y la madre de la menor le dijo que la habían tenido que llevar al hospital.
Al llegar el padre encontró a Paloma intubada e inconsciente, por lo que no pudo hablar con ella, días después los doctores aseguraron que mostraba mejoras y le retiraron la intubación.
El padre aseguró que vio a su hija un poco mejor e incluso le tomó la mano y movió la cabeza, pero horas más tarde nuevamente su salud se complicó por flemas en los pulmones, le realizaron una limpieza que tardó aproximadamente una hora.
El padre declara que le comentaron que el cerebro se le inflamó y que le realizarían estudios, lo que arrojó muerte cerebral, al recibir la noticia abrazó a su hija y notó el corpiño quirúrgico algo que le extrañó.
Horas más tarde le contó a sus familiares y cuando llegaron a la funeraria revisaron el cuerpo, ahí notaron los implantes y las cicatrices.
El padre declaró que tomó la decisión de no decir nada y acudir a la Fiscalía a interponer la demanda en contra de la madre, el doctor y el hospital, además de solicitar la necropsia de ley para esclarecer la muerte.
