En un esfuerzo por fomentar una mejor química de equipo, los Angels han implementado una nueva regla: la prohibición de teléfonos celulares en el clubhouse.
La medida, anunciada por el mánager Ron Washington, busca mantener a los jugadores enfocados y promover interacciones más significativas entre ellos.
La regla es clara: los jugadores no pueden usar sus teléfonos celulares en sus casilleros, pero pueden hacerlo fuera del clubhouse.
La multa por incumplimiento es de $500. Veteranos como Mike Trout y Kyle Hendricks han dado ejemplo y han aplicado la medida sin resistencia.
El resultado ha sido positivo: los jugadores están interactuando más entre sí, construyendo relaciones y hablando sobre beisbol y la vida en general. El clubhouse se ha convertido en un espacio más unido y enfocado.
Washington había implementado esta medida anteriormente cuando dirigía a los Rangers, y cree que contribuyó a la química del equipo que los llevó a dos apariciones consecutivas en la Serie Mundial en 2010 y 2011.
«La regla no es un castigo, sino una forma de mantener a los jugadores enfocados en lo que debemos estar haciendo», explicó Washington.
