La adicción de drogas creció a nivel mundial y México se convirtió en fabricante de metanfetamina líder del mundo junto a Myanmar, según el Informe Mundial sobre Drogas 2025.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) presentó el informe donde indica que 320 millones de personas consumieron alguna sustancia ilícita el último año.
Tal cifra supera a más del doble de la cantidad de habitantes que tiene México. Según Unodc, el consumo de drogas se incrementó 23% frente al informe del 2015, hace diez años.
Entre jóvenes, el sector más vulnerable, el consumo aumentó aún más, un 30% en la década.
Metanfetamina en México.
Dicho reporte menciona que Myanmar y México son los principales centros de producción de metanfetamina a nivel mundial.
Son los cárteles de la droga los que operan este tráfico para abastecer a los dos principales mercados que son el Sudeste Asiático y América del Norte.
Así dice el informe:
«El mercado de metanfetaminas continúa su expansión, con México como un eje clave en la producción regional. Esto se refleja no sólo en la magnitud de los decomisos, sino también en el crecimiento de daños a la salud pública».
México no solo la produce sino que es de los países que afrontan un alarmante incremento de consumo de metanfetamina y de fentanilo.
Sobre el fentanilo, dice el documento:
“En Estados Unidos muestra signos de declive, con una menor pureza, menos decomisos de pastillas y una baja en la disponibilidad de precursores químicos desde México. Esto refleja una creciente conciencia entre los proveedores sobre los controles internacionales vigentes”.
Además, en Europa la metanfetamina y el cannabis (marihuana) mostraron un alarmante repunte.
“Las drogas sintéticas están arrasando comunidades enteras, sobre todo en América del Norte y partes de Asia. Su impacto mortal no deja de crecer”, señaló Ghada Waly, directora ejecutiva de la Unodc.
¿Qué es la metanfetamina?
De acuerdo con la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama) de México, la metanfetamina es un estimulante del Sistema Nervioso Central que forma parte del grupo de los llamados estimulantes tipo anfetamínico. Su consumo afecta múltiples funciones corporales y puede generar tanto efectos inmediatos como riesgos severos para la salud física y mental.
Efectos comunes.
Incremento en la frecuencia cardíaca
Respiración agitada
Rechinido de dientes
Temblores
Dilatación de la pupila
Dolor de pecho
Ansiedad
Dolor de cabeza
Falta de apetito
Palpitaciones
Náuseas y vómito
Diarrea
Rush (sensación eufórica)
Confusión
Cambios de humor
Calambres abdominales
Riesgos asociados.
Alucinaciones sensoriales y auditivas
Ataques de pánico
Anhedonia (incapacidad para sentir placer)
Psicosis
Delirios y paranoia
Coma
Fuerte dependencia
Taquicardia
Arritmias cardíacas
Hipertensión o hipotensión
Hipertermia
Hemorragia cerebral
Malnutrición
Agresividad
Convulsiones
Muerte
Tratamiento.
Existen tratamientos eficaces que no requieren sustancias farmacológicas, como las terapias conductuales.
