México.- La región hidrológico-administrativa (RHA) Río Bravo, de donde procede el agua que México entrega a Estados Unidos conforme al tratado bilateral de 1944, ha registrado condiciones de sequía durante los últimos 36 meses, de acuerdo con los registros del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
En promedio, entre diciembre de 2022 y noviembre de 2025, el 55.6 por ciento de la superficie de la región ha registrado insuficiencia de lluvia, y el 23.7 por ciento sequía extrema o excepcional, los grados más severos.
Los niveles más altos de sequía tuvieron lugar en septiembre de 2023, cuando la proporción de territorio afectado alcanzó 85.6 por ciento, y en mayo de 2024, cuando llegó a 80 por ciento.
Y mayor proporción de superficie afectada por sequía extrema o excepcional se registró en abril y marzo de este año, con 67.6 y 60.3 por ciento, respectivamente.
En su más reciente edición, el Monitor de Sequía de México reportó que, al cierre de noviembre pasado, el 34.5 por ciento de la superficie de la región padecía de insuficiencia de lluvia. Los niveles más altos de sequía correspondía a los límites entre Chihuahua y Coahuila.
La RHA Río Bravo, una de las 13 en las que está dividido el País, abarca 144 municipios de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. En 2020 sumaba 13.3 millones de habitantes.
El Programa Hídrico Regional 2021-2024 advierte que la cuenca registra un crecimiento continuo de población concentrada en grandes zonas metropolitanas, con altos consumos per cápita o altas dotaciones requeridas por la ineficiencia en los sistemas urbanos, y un elevado concesionamiento para uso agrícola, en un contexto de sequías recurrentes y baja e incierta disponibilidad de agua superficial.
Un informe publicado este año por el Centro Nacional de Mitigación de Sequías (NDMC, por sus siglas en inglés) de EU, la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD) y la Alianza Internacional para la Resiliencia a la Sequía (IDRA) alerta sobre el aumento de la temperatura y los cambios en las precipitaciones a nivel regional, que podrían provocar una disminución de hasta 25 por ciento en el flujo de agua en la cuenca del río Conchos, el mayor afluente del Río Bravo, entre 2025 y 2050.







