Charles Barkley y Shaquille O’Neal condenaron públicamente el escándalo de apuestas ilegales que sacude a la liga y que derivó en los arrestos del jugador del Miami Heat Terry Rozier y del entrenador de Portland Trail Blazers Chauncey Billups.
Barkley, arremetió contra los implicados y rechazó que el problema tenga relación con una supuesta adicción al juego. “Esto no tiene nada que ver con adicción, es pura estupidez”, dijo. “No puedes, bajo ninguna circunstancia, arreglar partidos de baloncesto. Rozier gana 26 millones de dólares al año. ¿Cuánto puede ganar fingiendo una lesión para beneficiar apuestas? Es absurdo.”
El exjugador de los 76ers y Suns se enfrentó a su compañero Kenny Smith, quien sugirió que la adicción al juego podría haber influido en las acciones de Rozier y Billups. Barkley interrumpió con molestia: “Me estás haciendo enojar. Esto no tiene que ver con adicción, sino con una falta total de juicio.”
Por su parte, Shaquille O’Neal también mostró su decepción por el caso y lamentó el impacto que tiene sobre la imagen de la liga. “Todos conocemos las reglas y la ley. Es lamentable”, afirmó. “Inocentes hasta que se demuestre lo contrario, pero cuando el FBI está involucrado, generalmente ya te tienen.”
Las declaraciones de ambos surgen tras una investigación federal que expuso una red de apuestas ilegales y lavado de dinero vinculada a familias mafiosas, con ganancias que alcanzaron decenas de millones de dólares. El caso ha sacudido a la NBA y plantea serias preguntas sobre la integridad del deporte profesional.
