P: soy una mujer de 40 años y nunca consigo dormir bien. ¿Cómo puedo descansar?
Puede que des vueltas en la cama antes de dormirte, o que te despiertes a las 3 a. m. empapada en sudor y no puedas volver a conciliar el sueño. Estas son situaciones comunes durante la perimenopausia, el periodo de transición justo antes de la menopausia, cuando la menstruación de la mujer se vuelve irregular y sus niveles de estrógeno empiezan a descender.
La perimenopausia suele comenzar a los 40 años, y tener problemas para dormir es “probablemente el síntoma más angustioso”, dijo Karen Adams, directora del Programa de Menopausia y Envejecimiento Saludable de Stanford Medicine.
Pero la buena noticia, añadió, es que los problemas de sueño relacionados con la perimenopausia son “completamente tratables”. A continuación, explicamos por qué ocurren y cómo mitigarlos.
Por qué la perimenopausia afecta al sueño
Los cambios hormonales durante la perimenopausia (y más tarde, durante la menopausia) alteran la capacidad del cuerpo para regular la temperatura, lo que provoca bochornos y sudores nocturnos que pueden interferir en el sueño, dijo Adams.
La ansiedad y la depresión, que también son frecuentes durante esta etapa, también son grandes perturbadores del sueño, dijo Stephanie Faubion, directora del Centro para la Salud de la Mujer de la Clínica Mayo de Jacksonville, Florida.
Las mujeres suelen tener muchas cosas que hacer durante los años de la perimenopausia, dijo Faubion, como cuidar de los hijos o de los padres ancianos y hacer frente a las presiones del trabajo y a las largas listas de tareas pendientes. Estos problemas por sí solos pueden mantenerlas despiertas por la noche, y no dormir puede agravarlos, lo que crea un círculo vicioso, dijo. Si añadimos los cambios hormonales de la perimenopausia, puede resultar aún más difícil descansar.
Otra cuestión es que las mujeres son más propensas a desarrollar trastornos del sueño, como apnea del sueño, insomnio y síndrome de las piernas inquietas, durante la transición a la menopausia, dijo Suzanne Bertisch, médica especialista en sueño del Hospital Brigham and Women’s de Boston.
Cómo dormir mejor
La perimenopausia, y sus tratamientos, pueden afectar a cada persona de forma diferente, dijeron los expertos.
Empieza por crear hábitos de sueño saludables, como acostarte y levantarte a la misma hora todos los días; evitar el alcohol y la cafeína unas horas antes de acostarte; dormir en una habitación fresca y oscura; y hacer los 150 minutos semanales recomendados de ejercicio de intensidad moderada, así como dos días de entrenamiento de fuerza.
Si estas estrategias generales de sueño no te ayudan, puede que necesites recurrir a un especialista.
Busca un médico experto en menopausia. No todos los médicos de atención primaria (ni siquiera algunos ginecólogos-obstetras) están entrenados para tratar los síntomas de la perimenopausia y la menopausia, dijo Adams. Si el tuyo no lo está, sugiere que busques un profesional que sí lo esté. La Sociedad de la Menopausia mantiene un directorio de profesionales certificados y es un buen punto de partida.
Trata tus bochornos. Cuando los bochornos o los sudores nocturnos interrumpen el sueño, dijo Faubion, el tratamiento “de referencia” es la terapia hormonal, que consiste en reponer las hormonas perdidas, incluidos los estrógenos y la progesterona, mediante una píldora, un parche o un gel. La terapia hormonal tuvo mala reputación después de que un estudio de 2002 la relacionara con elevados riesgos de cáncer de mama y enfermedades cardiovasculares. Pero muchos estudios han demostrado desde entonces que es segura y eficaz para aliviar los bochornos, la resequedad vaginal y los cambios de humor en mujeres sanas menores de 60 años.
Otra opción es el medicamento oral no hormonal fezolinetant (Veozah), que ayuda a tratar los bochornos al unirse a los receptores del cerebro que regulan la temperatura corporal. Esto también puede ayudar a conciliar el sueño, añadió Faubion.
Trata tu salud mental. La terapia hormonal puede reducir los síntomas de la depresión, lo que normalmente te ayudará a dormir mejor, dijo Faubion. Pero no suele recetarse solo para los problemas de sueño, dijo Adams. Tampoco resuelve los problemas de sueño de todas las mujeres; algunas siguen sin poder dormir, incluso si dejan de tener bochornos o sudores nocturnos, dijo.
En estos casos, Adams dijo que puede recomendar terapia de conversación o antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, si la causa parece ser la ansiedad o la depresión.
Consulta a un especialista del sueño. Si la terapia hormonal no te ha funcionado, puede ser tentador tomar melatonina o un somnífero de venta libre. Pero Bertisch no recomienda esta estrategia, ya que estas sustancias no tratan los trastornos del sueño ni los cambios hormonales, y no están pensadas para un uso prolongado.
En su lugar, consulta a un médico especialista en sueño, dijo Bertisch. Si te cuesta conciliar el sueño o mantenerlo, es posible que padezcas un trastorno de insomnio, que puede tratarse con un tipo de terapia cognitivo-conductual denominada TCC-I. A veces también se utilizan medicamentos recetados para dormir, como el zolpidem (Ambien), para tratar el insomnio. Y el Ambien también puede reducir los bochornos y los sudores nocturnos, dijo Bertisch.
Si te das cuenta de que roncas, tienes cambios de humor y estás somnolienta durante el día, podría significar que padeces apnea del sueño, dijo Faubion, quien recomienda regularmente a sus pacientes menopáusicas que se sometan a pruebas de detección de esta enfermedad. La apnea del sueño se trata con un dispositivo de presión positiva continua en las vías respiratorias (o CPAP, por su sigla en inglés) que se coloca sobre la nariz o la boca mientras duermes para mejorar el flujo de aire. También pueden recomendarse la pérdida de peso y otros cambios en el estilo de vida.
Si estás en la perimenopausia y parece que nunca te sientes descansada, busca ayuda, dijo Adams. Esta etapa de la vida puede ser inevitable, dijo, pero la falta de sueño no lo es. “Sufrir no es inevitable”.
