El Juego de Estrellas de las Grandes Ligas 2025 fue más que un espectáculo deportivo: fue una noche histórica para el béisbol mexicano. Por primera vez, cuatro jugadores mexicanos coincidieron en el terreno de juego durante un mismo inning en el Clásico de Media Temporada, un momento que ya se graba con letras doradas en la historia del deporte nacional.
En la parte alta de la octava entrada, el cerrador Andrés Muñoz (Marineros de Seattle) subió a la lomita por la Liga Nacional. Como receptor tuvo a Alejandro Kirk (Azulejos de Toronto), mientras que Jonathan Aranda (Rays de Tampa Bay) defendía la primera base y Randy Arozarena (Rays) patrullaba el jardín derecho. Cuatro nombres con raíces mexicanas, juntos en el mismo cuadro, representando al país con orgullo en el escenario más brillante del béisbol mundial.
El dato cobra aún más valor si se toma en cuenta que el infielder Isaac Paredes, también seleccionado, no pudo participar. De haber estado disponible, México habría colocado a cinco peloteros en simultáneo, algo sin precedentes para el béisbol nacional en un evento de esta magnitud.
Alejandro Kirk y Jonathan Aranda, ambos nacidos en Tijuana, conectaron imparables durante el encuentro, lo que los convierte en parte de un selecto grupo de mexicanos que han bateado de hit en Juegos de Estrellas. Antes de ellos, solo Beto Ávila lo había conseguido en más de una ocasión.
Para Randy Arozarena, naturalizado mexicano y figura en el Clásico Mundial de 2023, fue otro momento de consagración internacional. Su presencia como titular en el jardín derecho reafirma su papel como embajador del béisbol nacional en el extranjero.
Más allá de la anécdota, el momento representa un símbolo del crecimiento del béisbol mexicano a nivel global. La posibilidad de que estos jugadores vuelvan a coincidir en el terreno con la camiseta de México en el Clásico Mundial 2026 despierta ilusión y orgullo en millones de aficionados.
