El gobierno de China estableció nuevas reglas que cambiarán por completo el mundo de los influencers, quienes a partir de ahora deberán tener una certificación o especialidad para poder opinar sobre temas como medicina, derecho, finanzas o educación.
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Esta nueva regulación va especialmente dirigida a los influencers de las plataformas de contenido en directo de empresas como Tencent o Alibaba, que son extremadamente populares en China, hasta tal punto que algunos de ellos han llegado a conseguir ventas millonarias en cuestión de horas a través de sus retransmisiones en vivo gracias a la legión de seguidores que acumulan.
A partir de ahora, los influencers que quieran opinar sobre temas como medicina, derecho, educación o finanzas deberán demostrar que tienen estudios, certificaciones o formación real en esas áreas.
Esto como medida para evitar la desinformación ya que los expertos en todo se multiplican y el poder de persuasión de los influencers es cada vez mayor y, lamentablemente, no siempre tiene razón en lo que comunican.
Los influencers tampoco podrán presumir de artículos caros o de un estilo de viuda que las autoridades consideren extravagantes en sus transmisiones ni mostrar desperdicio de alimentos o contenido sugerente o provocativo.
Además de esto, las plataformas también estarán obligadas a verificar las credenciales de quienes hablen de asuntos “profesionales o especializados”, así como a limitar las ganancias que puedan obtener al día por donaciones de los espectadores a mil 570 dólares.
Las medidas para controlar la actividad de los influencers no son las únicas que ha decretado el Gobierno de China en los últimos meses en el sector tecnológico. También ha creado leyes que limitan otras áreas que la Administración considera influyentes en la sociedad del país, como los videojuegos o el comercio electrónico.
