La Fiscalía General de la República (FGR) solicitó a la autoridad judicial cinco órdenes de aprehensión en contra de Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad de Tabasco, y cuatro de sus principales operadores por delincuencia organizada, a la espera de la llegada del primer al país.
Bermúdez Requena, alias «Comandante H», fue expulsado de Paraguay y esperan que llegue este jueves a México para responder por las acusaciones que enfrenta sobre delincuencia organizada.
El diario Reforma indica que la FGR pidió, además, las órdenes de captura de Daniel Hernández Montejo o «El Prada» o «La Chichirria»; José del Carmen Castillo Ramírez, «La Rana»; Savier Eduardo Vázquez Orellana «El Blin Blin» o «El Menchito» y Manuel de Atocha Romero Hernández, quienes ya tenían orden de aprehensión girada el 18 de febrero por un juez del fuero común de Tabasco por los delitos de asociación delictuosa, secuestro exprés y extorsión, de acuerdo con documentos federales.
No obstante, la noche del miércoles, el juez Mario Elizondo Martínez, del Centro de Justicia Penal Federal de Almoloya de Juárez, giró anoche los mandamientos judiciales con base en la carpeta de investigación FED/FEMDO/FEITATA-JAL/0000224/2025.
La Fiscalía federal pretende consignarlos en indagatoria aparte por delincuencia organizada, conforme testimonios de un testigo protegido que desmenuza la red delictiva y acusa a Bermúdez de pedir 2 millones de pesos semanales a cada jefe policiaco por rentas delictivas.
Estas presuntas rentas que los operadores entregaban a Bermúdez no sólo eran por la venta de drogas, sino también por el robo de gas LP, venta de huachicol, cobro de piso a escorts, tráfico de indocumentados y tráfico de armas.
Testigo con iniciales CTDR reveló que cuando el «Comandante H» fue nombrado por Adán Augusto López como titular de la SSP de Tabasco, lo primero que hizo fue traicionar y detener a Trinidad Alberto de la Cruz Miranda, alias «El Pelón de Playa», líder criminal en el estado, y luego repartir los municipios a los miembros de «La Barredora», la nueva organización que él encabezaba.
Cada uno de ellos le entregaba 2 millones de pesos semanales a Bermúdez, como parte de las rentas delictivas, y obtenía unos 10 millones de pesos por semana.
