Algunos desayunos mexicanos, a pesar de su gran sabor, pueden ser considerados como poco saludables, esto debido a que pueden llegar a contener altos niveles de grasas, calorías y carbohidratos. A continuación, te decimos cuáles son los menos saludables.
La gastronomía mexicana es deliciosa y muchos de los desayunos se distinguen por estar bien servidos y llenos de ingredientes que les aportan gran sabor, aunque también, muchas calorías, azúcares y grasas saturadas.
Esto hace que puedan ser considerados como poco saludables, pero no se trata de nunca comerlos, sino de estar conscientes de su valor nutricional ya que el consumo frecuente de estos platillos puede contribuir al sobrepeso y otros problemas de salud.
Los desayunos mexicanos menos saludables de todos son los siguientes:
Chilaquiles con crema, queso y pollo – pueden ser probablemente uno de los desayunos mexicanos más populares y tradicionales; sin embargo, tanto sus ingredientes como modo de preparación los hacen elevados en calorías y grasas saturadas. Cada porción de chilaquiles tiene aproximadamente entre 500 y 700 calorías.
Tamales – elaborados con manteca, maíz y rellenos como carnes o dulces, este platillo es elevado en grasas saturadas. Cada tamal tiene aproximadamente entre 300 y 450 calorías, según el relleno.
Molletes – elaborados con pan de bolillo, frijoles refritos y queso gratinado, este platillo también es elevado en grasas saturadas por el queso y el pan. Dos mitades de bolillo (dos molletes) tienen aproximadamente entre 350 y 500 calorías.
Quesadillas fritas – platillo elaborado con masa de maíz que suele ser frita en aceite, lo que le aporta grasas saturadas, cada pieza tiene entre 250 y 350 calorías. Cabe mencionar que esta opción se vuelve saludable si la quesadilla se consume asada en lugar de frita.
Barbacoa con consomé – tanto la carne como el caldo suelen tener alto contenido de grasa, una orden (100 gramos de carne con consomé y tortillas) puede aportar de 400 a 600 calorías.
Pan dulce y atole – es un alimento elevado en calorías, bajo en nutrientes y elevado en azúcar. Una pieza de pan dulce puede contener entre 200 y 400 calorías y una taza de atole, entre 180 y 250 calorías.
