El licuado de manzana con avena es una de las bebidas más recomendadas para comenzar el día, debido a su alto valor nutritivo y a los múltiples beneficios que aporta a la salud.
Esto se debe a que es una excelente fuente de fibra y a que aporta energía sostenible, es decir que se libera de manera progresiva a lo largo del día.
Entre sus principales propiedades destacan:
Mejora la digestión: su alto contenido de fibra soluble favorece el tránsito intestinal y previene el estreñimiento.
Controla el apetito: genera sensación de saciedad por más tiempo, lo que ayuda en planes de control de peso.
Regula glucosa y colesterol: la pectina de la manzana y los betaglucanos de la avena ayudan a estabilizar el azúcar en sangre y a reducir el colesterol LDL.
Aporta energía sostenida: los carbohidratos de liberación lenta de la avena evitan picos de cansancio.
Protege el corazón: su consumo frecuente contribuye a la salud cardiovascular.
Es antioxidante y nutritivo: contiene vitaminas C y del complejo B, además de minerales como potasio, magnesio y hierro.
El licuado no solo es un desayuno práctico y delicioso, sino también un aliado para mantener una alimentación balanceada.
