Para millones de personas en México y el mundo, una taza de café es sinónimo de energía y productividad. Sin embargo, la divulgadora científica Sandra Ortonobes, conocida como La Hiperactina, advierte que esta creencia es errónea: el café no proporciona energía real, sino que bloquea las señales naturales de cansancio.
Según la experta biomédica, la cafeína presente en el café se une a los receptores de adenosina en el cerebro, una molécula que se acumula durante el día para indicar que es hora de descansar.
Al bloquear estos receptores, el cerebro deja de percibir la fatiga, generando una falsa sensación de alerta y concentración, aunque el cuerpo siga agotado.
El efecto, explica Ortonobes, es temporal. Una vez que la cafeína se metaboliza, aparece el llamado “bajón”, caracterizado por mayor cansancio y disminución de la concentración.
De acuerdo con el Consejo Europeo de Información sobre Alimentación (Eufic), la cafeína también estimula la liberación de neurotransmisores como dopamina y norepinefrina, responsables de la sensación momentánea de vigilia.
La especialista subraya que el café puede ser útil para mantenerse despierto por un tiempo, pero no sustituye el descanso ni recupera la energía perdida: solo dormir y descansar de forma adecuada restablece las reservas reales del cuerpo.
