Roki Sasaki no estará con la selección de Japón en el próximo Clásico Mundial de Beisbol, y la decisión estuvo influenciada directamente por los Dodgers de Los Ángeles.
Según varios reportes, Andrew Friedman, presidente de operaciones deportivas del club, se reunió con Hirokazu Ibata, manager de Japón, para pedirle formalmente que Sasaki no fuera considerado para el torneo.
El motivo principal es su estado físico. Sasaki arrastró molestias en el hombro derecho la temporada pasada, lo que lo dejó fuera casi cuatro meses. Aunque logró regresar cerca del cierre del calendario regular, volvió como relevista debido a su condición física y a la profundidad de la rotación de los Dodgers. Ese cambio incluso lo llevó a tener un papel importante en la postemporada, donde llegó a fungir como cerrador ante los problemas del bullpen.
La noticia tampoco sorprendió a todos. Dave Roberts, manager del equipo, ya había dicho semanas antes que veía poco probable su participación. “Me sorprendería que Sasaki lanzara en el Clásico Mundial”, comentó entonces.
Con el retiro de Clayton Kershaw, el plan de los Dodgers es que Sasaki regrese a la rotación la próxima temporada como abridor de tiempo completo, después de un primer año lleno de ajustes y altibajos. Por eso, la organización decidió priorizar su descanso y recuperación, evitando la carga extra que implica el Clásico Mundial.
El objetivo es claro: que el lanzador llegue sano al Spring Training, pueda preparar su temporada poco a poco, recupere estabilidad en su velocidad algo que fue irregular a inicios de 2025 y disminuya el riesgo de una recaída.
Para los Dodgers, el mensaje es directo: Sasaki es una pieza clave para el futuro inmediato del equipo, y su salud está por encima de cualquier torneo internacional.






