La promesa de Donald Trump de deportaciones masivas podría estar cada vez más cerca de hacerse realidad.
Hasta junio, las deportaciones del republicano habían ido a la zaga de los arrestos de migrantes, pero, para la primera semana de agosto, las expulsiones alcanzaron casi mil 500 personas al día, según los datos más recientes, un ritmo no visto desde la Administración demócrata de Barack Obama.
Con la inyección de nuevos fondos -76 mil millones de dólares adicionales al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para más de cuatro años-, la autoridad está preparada para ampliar más sus operaciones.
Al menos 180 mil personas han sido deportadas por Trump, no obstante, al ritmo actual se encamina a expulsar a más de 400 mil extranjeros en su primer año, una cifra muy superior a los 271 mil hasta el 30 de septiembre del 2024, cuando acabó el último año fiscal de Joe Biden.
Aunque Trump está alcanzando a Obama, la aplicación de la ley migratoria ha sido muy diferente porque el demócrata se concentró en detener extranjeros en la frontera y a criminales, mientras que ahora se intensificó la captura de migrantes sin antecedentes penales.
