martes, enero 28, 2025

DESCUBRE LO QUE PUEDE HACER LA FISIOTERAPIA POR TI

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Lloré cuando terminé la universidad, porque tuve que despedirme de mi fisioterapeuta. Me había ayudado a recuperarme de muchas lesiones que me había hecho al correr y me había disuadido pacientemente cuando quise empezar a entrenar de nuevo antes de estar lista.

Encontrar un buen fisioterapeuta puede sentirse como algo mágico, y yo tuve la suerte de saberlo pronto. Mucha gente no recurre a la fisioterapia hasta después de haberse lesionado o sometido a una operación. Pero puede ayudar con muchas otras cosas.

“Somos una especie de navaja suiza de la salud ortopédica”, dijo Joe Uhan, fisioterapeuta de Eugene, Oregón. “Podemos presionar los huesos como los quiroprácticos, pero podemos masajear los tejidos como los masajistas y podemos hacer ejercicio como un entrenador personal”.

He aquí cómo saber si necesitas un fisioterapeuta y cómo aprovechar al máximo tus sesiones.

¿Cuándo puede ser útil la fisioterapia?
Los fisioterapeutas no solo sirven para las lesiones deportivas o los cuidados posquirúrgicos: también pueden ayudarte a desarrollar una rutina para prevenir lesiones o mejorar tu movilidad.

La fisioterapia preventiva, a veces llamada prehabilitación, suele concentrarse en fortalecer partes de tu cuerpo que podrían contribuir a futuras lesiones o molestias. El dolor de rodilla, por ejemplo, podría derivarse de problemas en los tobillos o las caderas, dijo Uhan, que podrían prevenirse con ejercicios para zonas específicas. Algunos atletas o personas que siguen programas de entrenamiento constantes incorporan la fisioterapia preventiva a sus rutinas habituales de ejercicio para adelantarse a las lesiones antes de que se produzcan. (Tu médico también puede recomendarte fisioterapia de prehabilitación antes de algunas intervenciones quirúrgicas).

Para las lesiones crónicas, como la tendinitis, un fisioterapeuta puede ayudar a identificar la causa de tus problemas recurrentes y crear un plan para mejorar tu fuerza o movilidad. Si tienes una lesión persistente o cualquier dolor o molestia que afecte a tus actividades cotidianas, puede ser un buen primer paso acudir a un fisioterapeuta, dijo Maureen Soliman, fisioterapeuta de la Universidad de California en San Francisco.

En el caso de lesiones agudas, como una rotura del tendón de Aquiles, como primer paso debes acudir a un médico especialista en medicina deportiva o a un ortopedista. Ellos pueden aconsejarte sobre cuándo iniciar la fisioterapia y remitirte. Qué tan listo estás para la fisioterapia dependerá de la gravedad de tu lesión y de cuánto te hayas recuperado.

Tras una operación importante, como una prótesis total de rodilla, la fisioterapia suele ser una parte clave del proceso de curación, dijo Sue Wenker, directora del programa de doctorado en fisioterapia de la Universidad de Wisconsin-Madison. En esos casos, lo normal es que el médico ortopédico o el cirujano te remitan a fisioterapia. Los programas postoperatorios pueden centrarse en cargar gradualmente más peso sobre las articulaciones, fortalecer los músculos que rodean la zona operada y recuperar la amplitud de movimiento.

Cómo encontrar al fisioterapeuta adecuado
Si vives en Estados Unidos, por lo general no necesitas que te remitan a un fisioterapeuta para una visita de admisión, y muchas pólizas de seguro cubren parte de la fisioterapia. Aun así, conviene preguntar en la clínica de fisioterapia qué cubrirá tu seguro. Si pagas de tu bolsillo, algunas consultas pueden costar cientos de dólares.

Si no tienes una remisión o referencia médica, busca recomendaciones de boca en boca. Si tienes una lesión deportiva, por ejemplo, preguntar a los miembros de un club de corredores o gimnasio local puede ayudarte a encontrar un fisioterapeuta que se ajuste a tus necesidades. Un buen fisioterapeuta debe pasar mucho tiempo con sus clientes —mucho más del que suelen pasar muchos otros profesionales de la salud— por lo que es especialmente importante que te sientas a gusto con él, dijo Wenker.

Ten en cuenta también tus propias preferencias, dijo Nicole Gruefe, científica del deporte en Training Haus, un centro deportivo y clínica de medicina deportiva de Mineápolis. ¿Te sientes más cómodo trabajando con alguien de tu mismo género o de tu edad? ¿Te gusta alguien que te presione o alguien más delicado?

Muchos fisioterapeutas están especializados: pueden tratar principalmente un determinado tipo de lesión o trabajar en una clínica orientada a atletas de un deporte concreto. Deberías preguntar si la formación de tu posible fisioterapeuta se ajusta a tus necesidades, dijo Chris Bailey, fisioterapeuta y director de desarrollo de Twin Cities Orthopedics.

Para obtener sus títulos, los fisioterapeutas estadounidenses deben realizar un programa de posgrado, que suele durar tres años. Algunos fisioterapeutas también pueden tener certificaciones adicionales. Gruefe recomienda buscar un fisioterapeuta que sea también un especialista ortopédico titulado o un especialista certificado en fuerza y acondicionamiento.

Desconfía de cualquier clínica que parezca una “fábrica de fisioterapeutas”, dijo Charlie Homoky, fisioterapeuta del Centro de Rendimiento Deportivo de NYU Langone Health. No deberían pasarte rápidamente a un asistente o ayudante de rehabilitación, y en cada sesión deberías tener tiempo individual de calidad —al menos 15 minutos— con tu fisioterapeuta.

Tus citas también deben ser sobre todo activas, incluyendo ejercicios y trabajo de movilidad, dijo Homoky. Los tratamientos pasivos, como las compresas calientes, pueden aliviar temporalmente el dolor, pero no suelen resolver el problema subyacente ni acelerar la recuperación, por lo que no deben ser el centro de tus consultas.

Cómo aprovechar al máximo tus sesiones
Acude a tu primera cita con una lista de movimientos que te resultan difíciles o dolorosos de realizar. Puede ser útil compartir lo que hace que tus molestias mejoren o empeoren, dijo Soliman.

Tras una evaluación, tu fisioterapeuta debe crear un plan basado en tus necesidades, que suele incluir ejercicios para practicar en casa. Tu fisioterapeuta puede darte notas adicionales sobre los ejercicios, pero también puedes pedirle que te grabe videos durante la consulta para asegurarte de que utilizas la postura adecuada por tu cuenta.

Para progresar, es importante que seas sincero con tu fisioterapeuta en cada visita sobre si estás haciendo los ejercicios con constancia o si hay algún cambio en tus síntomas.

Y asegúrate de seguir tu programa fuera de la clínica. Como dice Bailey a sus clientes: “Este es un gran grupo de ejercicios, y funcionan mejor si los haces”.

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