El ejercicio regular impacta en la salud física y mental, también de alguna manera ayuda a contrarrestar algunos malos hábitos, como sentarse con las piernas cruzadas.
Esta posición parece ofrecer una sensación de equilibrio y sentirse cómodo, y en algunos casos es una manía. Sin embargo, detrás de esta aparente comodidad se esconden una serie de implicaciones físicas que requieren atención, advierte el doctor Carlos Suárez Ahedo, ortopedista especialista en cirugía de cadera y rodilla.
«La pregunta de si sentarse con las piernas cruzadas es bueno o malo no tiene una respuesta sencilla, ya que depende de la frecuencia, la duración y las condiciones individuales de cada persona», dice el especialista.
Aunque el yoga y la meditación utilizan posturas con las piernas cruzadas para incidir en la postura, la flexibilidad de la cadera y promover la relajación, la clave reside hacerlo de una manera consciente teniendo en cuenta la capacidades del cuerpo de cada individuo. El problema surge cuando sentarse con las piernas cruzadas se convierte en un hábito inconsciente y prolongado.
La actividad física y estiramientos regulares para fortalecimiento de los músculos de la cadera y tener una buena postura son los mejores aliados para hacer frente a esa situación, ya que sentarse de esa manera puede propiciar molestias lumbares y en casos extremos hasta desalineación de la columna.
Estiramientos de flexores de cadera, rotaciones de cadera, puentes y estiramientos de isquiotibiales son los más recomendables.
«Para aliviar el dolor lumbar, considera ejercicios como las rodillas al pecho, las rotaciones de rodilla y el estiramiento de gato-vaca, como mencionan en yoga», explica el doctor Suárez Ahedo.
Otro aspecto a considerar, destaca el especialista, es la llamada conciencia postural, que no es otra cosa que la postura diaria al caminar o estar sentado.
«Se debe mantener la cabeza alineada con la columna, los hombros relajados y hacia atrás, y el abdomen ligeramente contraído», recomienda.
Consecuencias de sentarse con las piernas cruzadas de forma habitual
- Desalineación de pelvis y columna vertebral.- Sentarse con una pierna sobre la otra provoca una rotación desigual de las caderas, lo que puede llevar a una inclinación pélvica lateral y una desalineación de la columna vertebral. Esta desalineación puede generar tensiones y dolores en la parte baja, media y alta de la espalda, así como en el cuello.
- Problemas en las caderas.- Mantener las piernas cruzadas durante mucho tiempo puede ejercer una presión excesiva sobre la articulación de la cadera, impidiendo su relajación natural. Esta tensión constante puede provocar dolor de cadera a largo plazo e incluso disminuir la fuerza de los músculos de la cadera.
- Tensión en las rodillas.- La postura de piernas cruzadas somete a las rodillas a una tensión adicional, estirando los ligamentos y músculos que las rodean. Esto puede aumentar la presión sobre la articulación de la rodilla, provocando dolor e incluso hinchazón a largo plazo.
- Problemas circulatorios.- Cruzar las piernas puede dificultar la circulación sanguínea en las extremidades inferiores. La presión ejercida sobre las venas puede contribuir a problemas circulatorios y, a largo plazo, aumentar el riesgo de desarrollar venas varicosas.
- Daño nervioso.- La presión prolongada en la parte exterior de la rodilla al cruzar las piernas puede comprimir el nervio peroneo (o nervio fibular), lo que puede provocar entumecimiento, hormigueo y debilidad muscular en los pies y tobillos, dificultando el movimiento de las piernas.
- Mala postura general: Sentarse con las piernas cruzadas puede llevar a una mala postura general del cuerpo. Para compensar la desalineación de la pelvis, el cuerpo puede adoptar otras posturas incorrectas, como encorvar los hombros o inclinar la cabeza hacia adelante.
