P: He oído dos cosas contradictorias sobre la exposición al sol: que debes evitarla y que también es buena. ¿Qué debo creer?
Durante décadas, muchos médicos han dicho que menos es más cuando se trata de la exposición al sol. La luz ultravioleta del sol puede envejecer la piel y provocar cáncer de piel, y en su lugar la gente puede obtener vitamina D de los alimentos o suplementos.
Pero en los últimos años, algunos científicos han cuestionado este pensamiento después de que la investigación sugiriera que la exposición moderada al sol puede, al menos en determinados contextos, tener algunos beneficios. Y que los suplementos de vitamina D no siempre son un buen sustituto.
“El planteamiento de ‘nunca salgas a la calle sin FPS 50’ trataba la exposición al sol como si fuera universalmente perjudicial”, dijo Lucy McBride, médica de medicina interna en Washington, DC. Pero “una exposición al sol moderada y meditada”, según tus factores de riesgo, añadió, “puede ofrecer beneficios que aún estamos descubriendo”.
El sol tiene un lado positivo
Es innegable que los rayos del sol pueden dañar tu piel de forma que se produzca un envejecimiento prematuro de la piel y cáncer, dijo Elizabeth Ko, médica internista de UCLA Health quien ha escrito sobre los efectos de la exposición al sol sobre la salud.
Pero los investigadores también han identificado una serie de asociaciones potenciales, aunque limitadas, entre la exposición al sol y los beneficios para la salud.
La investigación ha descubierto que pasar más tiempo al sol se asocia a una presión arterial más baja. La tensión arterial suele ser más alta en invierno que en verano, dijo Richard Weller, dermatólogo e investigador de la Universidad de Edimburgo, y los problemas cardiacos también son más frecuentes entonces. Un estudio descubrió que las personas que declaraban una mayor exposición a la luz solar tenían menos probabilidades de desarrollar insuficiencia cardiaca.
Los investigadores no están seguros de por qué la luz solar podría mejorar la salud del corazón, pero sí saben que hace que la piel libere un gas llamado óxido nítrico, que relaja los vasos sanguíneos y reduce la presión arterial, dijo Weller.
Algunos investigadores se han preguntado si eso podría provocar una vida más larga. En un estudio de 2014 en el que se hizo un seguimiento de casi 30.000 mujeres suecas durante 20 años, los científicos descubrieron que quienes evitaban el sol tenían el doble de probabilidades de morir durante ese periodo que quienes estaban más expuestas a la luz solar, aunque las mujeres que buscaban el sol tenían más probabilidades de que se les diagnosticara un melanoma, una forma mortal de cáncer de piel.
La luz solar también puede ayudar al sistema inmunitario controlando la inflamación y las células inmunitarias. En un pequeño estudio de 11 pacientes con esclerosis múltiple, los investigadores descubrieron que la luz ultravioleta B activaba determinadas células inmunitarias que calmaban la inflamación y aliviaban los síntomas. Otras investigaciones han demostrado que la exposición a la luz ultravioleta puede mejorar los síntomas en personas con eccema, psoriasis y otras afecciones relacionadas con el sistema inmunitario, dijo McBride.
Tomar el sol también podría hacerte más feliz, añadió Ko. Algunos estudios sugieren que la exposición a la luz UV puede aumentar los niveles sanguíneos de serotonina, una sustancia química que ayuda a regular el estado de ánimo.
Por supuesto, es difícil saber si la propia luz solar es responsable de estos beneficios para la salud, dijo McBride. Quien se expone mucho a la luz solar también puede realizar más actividad física y pasar más tiempo en la naturaleza que otras personas, dijo, todo lo cual puede mejorar de forma independiente el estado de ánimo y la salud física.
Puede que no sea (solo) la vitamina D
Un beneficio bien conocido de la exposición al sol es que desencadena en el organismo la producción de vitamina D, que ayuda a formar y mantener los huesos. Investigaciones observacionales anteriores han relacionado los niveles bajos de vitamina D con un mayor riesgo de padecer ciertas afecciones, como enfermedades cardiacas, diabetes tipo 2 y cáncer colorrectal.
¿Ingerir vitamina D a partir de alimentos enriquecidos o suplementos reduciría el riesgo de estas afecciones, eliminando la necesidad de una exposición al sol potencialmente perjudicial? Los grandes ensayos clínicos de los últimos años no lo han confirmado, dijo Weller.
En un ensayo clínico de 2019, los investigadores concluyeron que tomar suplementos de vitamina D no reducía la probabilidad de desarrollar diabetes de tipo 2 en unos 2400 adultos que presentaban factores de riesgo de padecer esta enfermedad. Y en un ensayo realizado en 2020 con unos 26.000 adultos en Estados Unidos se descubrió que los suplementos de vitamina D no reducían el riesgo de desarrollar cáncer o problemas cardiovasculares, ni el riesgo general de muerte durante el periodo de estudio, que fue de unos cinco años en promedio.
Estos estudios, junto con los que demuestran los beneficios de la luz solar para el sistema inmunitario y la tensión arterial, sugieren que la luz solar puede beneficiarnos más allá de la mera producción de vitamina D, dijo McBride.
No te quites el protector solar
La investigación sobre los beneficios potenciales de la luz solar es aún bastante limitada, por lo que es difícil saber cómo interpretarla o aplicarla, o cómo cuadrarla con los riesgos de cáncer de piel, dijo McBride. Y no deberías dejar de utilizar protección solar por completo, dijo.
Ko recomendó evitar la exposición directa al sol entre las 10:00 a. m. y las 2:00 p. m., “cuando los rayos son más brillantes y fuertes”. Si no puedes hacerlo, ponte crema solar u otro tipo de protección, como sombreros de ala ancha o ropa que te proteja del sol.
En última instancia, puede tener sentido considerar los beneficios potenciales de la luz solar junto con sus perjuicios, dijo McBride.
“El cáncer de piel sigue siendo una grave amenaza”, dijo. “Pero se trata de ir más allá de los mensajes basados en el miedo”.
