El microondas es muy útil para ahorrar tiempo en la cocina, pero no todos los alimentos se deben calentar en él, ya que pueden causar problemas de salud.
El problema principal es que el microondas no calienta de manera uniforme: algunas partes de la comida quedan muy calientes y otras frías, lo que permite que bacterias o toxinas sobrevivan. Esto puede provocar intoxicaciones y la pérdida de nutrientes.
Según expertos de la Food and Drug Administration (FDA) y la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), estos alimentos no deben recalentarse en microondas:
Arroz cocido: puede contener bacterias que causan vómito o diarrea.
Pollo crudo o mal cocido: las bacterias como Salmonella no se eliminan.
Huevo cocido con cáscara: puede explotar por la presión interna.
Papas cocidas a temperatura ambiente: riesgo de botulismo.
Verduras como espinacas o acelgas: los nitratos pueden convertirse en sustancias dañinas.
Frutas con mucha agua, como uvas o jitomates: pueden explotar.
Comidas con chile: liberan vapores que irritan ojos y garganta.
Carnes procesadas: al recalentarlas pueden producir compuestos que afectan el corazón.
Otro consejo importante es usar recipientes adecuados:
Solo recipientes con la etiqueta “apto para microondas”.
Evitar plásticos no aptos, unicel o plástico reciclado.
Preferir vidrio o cerámica.
Cubrir los alimentos con tapas especiales, nunca con papel aluminio.
