Cruz Azul y Chivas resolvieron la ida de los Cuartos de Final con un empate sin goles, un marcador que le da cierta ventaja a los celestes para la vuelta porque en el Estadio Olímpico Universitario no conocen la derrota.
Fue una de las series menos espectaculares, los porteros fueron clave para bajar la cortina y el Guadalajara tendrá que presentar otra propuesta ya que necesitan de la victoria para avanzar.
El Rebaño Sagrado arrancó sin contemplaciones, Bryan González dio el primer aviso, su balón pasó a un lado del arco celeste y después vinieron Armando González y Richard Ledezma, pero se toparon con Andrés Gudiño.
Ahora no se vio a La Máquina volcada al frente, José Paradela fue el único que se acercó a la cabaña de Raúl Rangel. Para este duelo, Nicolás Larcamón movió sus piezas; Nacho Rivero y Ángel Sepúlveda estuvieron de inicio, cuando se habían convertido en los mejores revulsivos del equipo, entrando de cambio.
En la banca dejó a Gabriel Fernández, un jugador que además de goles, jala marca y hace buena labor abriendo espacios, fue hasta el 65′ cuando entró de relevo, pero al igual que Ángel Sepúlveda salió con la pólvora mojada.
Las Chivas se hicieron sentir en casa, el equipo se paró con orden y puso a sudar a los hombres de la zona defensiva de los cementeros.
En su primer ajuste, Gabriel Milito prescindió de la «Hormiga» González y colocó a un volante ofensivo como Santiago Sandoval, esperando que su equipo tuviera mayor profundidad, pero faltó contundencia.
Javier Hernández apareció al 77′ y lo único que generó fue el aplauso del respetable porque futbolísticamente pasó desapercibido.
Los rojiblancos fueron impasables, en la recta final, la Máquina adelantó líneas y el «Tala» Rangel atajó un cabezazo a Jeremy Márquez.
Chivas tampoco pudo romper el cero, Miguel Gómez dejó escapar la victoria en tiempo de reposición tras una atajada de Gudiño, faltó el gol y las Chivas tendrán que salir más finas para la vuelta si es que quieren seguir con vida.
