El amaranto es una planta cuyas semillas se utilizan como alimento desde la época precolombina por su rico sabor, pero sobre todo por su alto valor nutricional, el cuál puede beneficiar tu salud si lo consumes regularmente.
Las semillas de amaranto contienen proteínas, fibra, minerales como calcio, hierro y magnesio, así como vitaminas del complejo B. Además, no contiene gluten, por lo que es apto para personas con enfermedad celíaca o intolerancia al gluten.
Esta planta, cultivada principalmente en América, puede consumirse en forma de grano entero, inflado, harina o como ingrediente en diversos platillos y productos procesados ya que cuenta con un alto valor nutricional.
Destaca por tener uno de los perfiles más completos y consumirlo puede dejar varios beneficios a la salud, siendo los más comunes los siguientes:
Favorece el crecimiento
Repara los tejidos
Regula el tránsito intestinal
Favorece el control de peso
Evita picos bruscos de glucosa
Ayuda a la salud cardiovascular
Fortalece huesos y dientes
Previene la anemia
Ayuda el funcionamiento muscular y nervioso
Beneficia la salud ósea
Ayuda al metabolismo energético
Mejora el funcionamiento del sistema nervioso
Protege las células del daño oxidativo







