La temporada de mandarinas ya comenzó en México, llenando los mercados y fruterías con su color naranja brillante y su aroma cítrico que anuncia el otoño. Esta fruta fresca y jugosa se ha vuelto favorita en muchos hogares por su sabor dulce, su practicidad y sus beneficios para la salud.
Según el Gobierno de México, la mandarina (Citrus reticulata) es más dulce que otros cítricos como la naranja o la toronja y aporta vitaminas, minerales y antioxidantes. Toda su composición pulpa, cáscara y aceite tiene usos en alimentación, salud y cosmética.
Entre sus principales nutrientes se encuentran:
Vitamina C
Vitamina A y del complejo B
Fibra
Minerales: potasio, calcio y magnesio
Antioxidantes naturales
Aceites esenciales
Consumir mandarinas con frecuencia puede ayudar a:
Fortalecer el sistema inmunológico y prevenir resfriados.
Mejorar la digestión gracias a su fibra.
Proteger la piel y retrasar el envejecimiento.
Cuidar el corazón, regulando la presión y el colesterol.
Controlar el azúcar en la sangre.
Promover la cicatrización de heridas.
Mantener el cuerpo hidratado, por su alto contenido de agua.
