No tan rápido. Los Pacers despertaron en casa y enviaron las Finales de la NBA a un séptimo y definitivo juego.
Indiana salió con todo desde el primer cuarto, decididos a alargar la serie y lo lograron. Terminaron maniatando 108-91 al Thunder de Oklahoma City, que dejó ir el chance de poderse coronar, y ahora tendrá que buscarlo en casa el domingo en le Juego 7.
Un total de 11 jugadores de Pacers metieron puntos en un partido donde jugaron como equipo, y demostrando que con dolor también se gana.
El estelar Tyrese Haliburton jugó con una distensión en la pierna derecha, se puso una pantorrilla elástica, y terminó con 14 puntos en 22 minutos, y con un par de jugadas defensivas importantes.
«Es lo que pasa cuando proteges tu canasta, lo hicimos y somos un gran grupo, son las Finales, y somos un gran grupo», dijo Tyrese al final. «Nos queda un juego y será divertido».
Los Pacers llegaron a tener una ventaja de 31 puntos en el partido, por lo que no hubo necesidad de arriesgar más minutos a Haliburton.
Serán las primeras Finales desde 2016 que se van a siete duelos.
Esta vez la defensa de Pacers fue clave así como el aporte de la banca.
Dejaron en solamente con 21 puntos a Shai Gilgeous-Alexander, quien promediaba más de 30 en las Finales.
Definición inusual
Irse a siete juegos en unas Finales de la NBA no es algo que se vea todos los años.
De hecho, las actuales Finales entre el Thunder de Oklahoma y los Pacers de Indiana serán apenas las quintas que se alargan a lo máximo posible en el presente siglo.
El campeonato de la NBA se definirá hasta el domingo en la casa del Thunder, que ayer fue vapuleado en territorio Pacer.
Tan poco común es que las últimas Finales que se definieron en un Juego 7 fueron las 2016, cuando LeBron James y los Cavaliers de Cleveland remontaron milagrosamente un déficit de 3-1 para ganar el duelo definitivo como visitantes 93-89 a Golden State, quinteta que en esos años jugaba en Oakland, California.
La serie por el título anterior a esa que se definió en siete duelos fue la de 2013, cuando el Heat de Miami, también del «Rey» LeBron, logró coronarse en casa ante los Spurs de San Antonio.
Una muy emocionante fue la de Lakers y Celtics en 2010, cuando Kobe Bryant logró sacar el séptimo duelo para los angelinos -acompañados por Metta World Peace- en los últimos minutos sobre Boston en el centro de Los Ángeles.
Y la primera de este siglo que se tuvo que alargar al máximo de siete partidos fue el choque entre Spurs y Pistons de 2005, cuando San Antonio alzó el título en casa.
Para darse una idea de lo que viene, el Thunder tiene de por vida una marca de 3-2 en séptimos duelos en Playoffs en casa, mientras que a los Pacers no les ha ido bien, pues tiene marca negativa en esas series, de 4-6.
