FIUMICINO, Italia (AP) — Los dueños de perros a menudo se enfrentan a un dilema antes de viajar: ¿dejar a su querida mascota con un cuidador o en una residencia canina? Ambas opciones requieren bastante planificación y logística, lo que puede ser estresante y consumir mucho tiempo para los dueños de mascotas.
El Aeropuerto Internacional Fiumicino de Roma ha buscado agilizar el proceso abriendo uno de los primeros hoteles dentro de un importante aeropuerto europeo, siguiendo una iniciativa similar en Fráncfort. Los empleados de Dog Relais incluso recogen a los cachorros de la terminal para que los viajeros puedan dirigirse directamente a su vuelo.
“Este proyecto se enmarca en una estrategia para brindar una experiencia muy inmersiva a los pasajeros”, afirmó Marilena Blasi, directora comercial de Aeroporti di Roma, la empresa que gestiona los dos aeropuertos de la capital italiana. “En este caso, ofrecemos servicios tanto a los perros como a sus dueños”.
Las habitaciones básicas del hotel canino cuestan unos 40 € (47 $) y cuentan con suelos climatizados y jardines privados. Los perros más tímidos o solitarios pueden alojarse en jaulas al borde de las instalaciones, donde interactúan con el personal en lugar de con otros perros en los corrales comunes. Por la noche, se escucha música ambiental con una frecuencia de 432 hercios, diseñada para la relajación, a través de los altavoces de las habitaciones.
Hay extras opcionales que van desde los servicios habituales de aseo, baño y limpieza de dientes, hasta los más indulgentes, como la aromaterapia con aromas de lavanda o menta para ayudar a inducir la calma, o crema de árnica frotada en músculos y articulaciones doloridas.
Los dueños que no se conforman con las cámaras web estándar para controlar a sus perros a distancia pueden optar por una habitación premium de 60 € (unos 70 $) equipada con una pantalla para videollamadas las 24 horas. Incluso pueden mimar a su mascota lanzándole una golosina mediante una aplicación conectada a un dispensador.
La instalación no sólo ofrece sus servicios a viajeros, sino también a dueños de perros que necesitan guardería.
Alessandra Morelli, que trabaja en el departamento de recursos humanos de Aeroporti di Roma, deja allí regularmente a su labrador retriever de dos años, de color chocolate.
“Desde que pude traer a Nina a este hotel para perros, mi vida y el equilibrio entre mi vida personal y profesional han cambiado porque me permite disfrutar de mi jornada laboral y de mis viajes personales con total paz y tranquilidad”, afirma Morelli, de 47 años.
Dario Chiassarini, de 32 años, comentó que empezó a llevar a su cachorra rottweiler, Athena, a Dog Relais para su entrenamiento, otro servicio disponible, porque el hotel es limpio, está bien organizado y su ubicación es de fácil acceso. Además, comentó que planea alojar a su querida cachorra en el hotel cada vez que él y su novia necesiten viajar.
“Confiaremos en ellos sin dudarlo ni dudarlo, tanto por conocer a las personas que trabajan aquí, algo fundamental para nosotros, como por el amor que tienen por los animales y la tranquilidad de saber a quién le confiamos Athena”, dijo Chiassarini, quien trabaja en el sector de la venta de coches. “Sin duda, es un servicio que, si lo necesitamos, utilizaremos”.
El hotel para perros ha demostrado ser muy popular hasta la fecha. Las 40 habitaciones estaban ocupadas en agosto, cuando los italianos disfrutan de sus tradicionales vacaciones de verano y millones de pasajeros pasan por Fiumicino. La ocupación promedió casi dos tercios desde su apertura en mayo, según Blasi.
El mismo mes en que se inauguró el hotel para perros, la autoridad de aviación comercial italiana modificó la normativa para permitir que los perros grandes viajen en las cabinas de los aviones en vuelos nacionales, siempre que viajen en jaulas seguras. El primer vuelo de este tipo despegará el 23 de septiembre, según el ministro de Transporte, Matteo Salvini.
Salvini admite que, si bien muchos están contentos de llevar a sus cachorros en el avión, otros pueden sentirse molestos. Sin embargo, en una conferencia sobre mascotas el 16 de septiembre, dijo: «Siempre tenemos que usar nuestro criterio, pero… para mí es un motivo de orgullo, además de un avance desde el punto de vista de la civilización».
