Estados Unidos.- Este votante de Carolina del Norte está nervioso.
Will Rikard, un padre de dos hijos de 49 años, estuvo entre varios cientos de demócratas que se pusieron de pie y aplaudieron a Joe Biden mientras el Presidente de primer mandato pronunciaba un discurso ardiente recientemente sobre los miles de millones de dólares que ha destinado para proteger el agua potable del estado.
Pero después, el residente de Wilmington reconoció que está preocupado por la posición política de Biden en la inminente revancha con el ex Mandatario republicano Donald Trump.
«No hay suficiente energía», dijo Rikard sobre la coalición de Biden.
«Creo que la gente va a necesitar despertarse y ponerse en marcha».
Seis meses antes del día de las elecciones, Biden y Trump están en la primera contienda en 112 años con un Presidente actual y un ex Mandatario compitiendo por la Casa Blanca. Es una carrera que está profundamente arraigada y altamente en flujo, ya que muchos votantes apenas están empezando a aceptar la realidad de la campaña de 2024.
Guerras, juicios, la candidatura independiente de Robert Kennedy Jr. y profundas divisiones en toda América han inyectado una incertidumbre extraordinaria en una carrera por la Casa Blanca en la que cualquiera de los dos hombres sería el Presidente más viejo juramentado en el Día de la Inauguración. Al mismo tiempo, las disputas políticas sobre el aborto, la migración y la economía están en pleno apogeo en el Capitolio y en las legislaturas estatales.
Votantes en negación
Por encima de todo esto está la incredulidad de muchos votantes, a pesar de toda evidencia en contrario, de que Biden y Trump -los candidatos presuntivos de sus respectivos partidos- finalmente aparecerán en la boleta electoral general este otoño.
«Creo que tenemos un electorado que está pasando por las etapas del duelo sobre esta elección», dijo Sarah Longwell, quien realiza grupos de enfoque regulares con votantes de todo el espectro político como cofundadora de Republican Voters Against Trump.
«Han pasado por la negación -‘No pueden ser estos dos, no puede ser posible que sean estos dos’. Y creo que ahora están en depresión. Estoy esperando a que la gente llegue a la aceptación».
Trump está en medio del primero de potencialmente cuatro juicios penales y enfrenta cargos graves. La Constitución no le impide asumir la presidencia si es condenado -o incluso si está en prisión.
Biden, que cumplirá 82 años pocas semanas después del Día de las Elecciones, el 5 de noviembre, ya es el Presidente más viejo en la historia de EU; Trump tiene 77 años.
En privado, los operativos demócratas cercanos a la campaña se preocupan constantemente por la salud de Biden y las percepciones poco favorables de los votantes al respecto. En las últimas semanas, los ayudantes han comenzado a caminar a su lado mientras pasea hacia y desde Marine One, el helicóptero presidencial, en el césped sur de la Casa Blanca, en un aparente esfuerzo por ocultar el andar rígido del Mandatario.
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Sin embargo, ninguno de los partidos está haciendo planes de contingencia serios. Ya sea que los votantes quieran creerlo o no, el enfrentamiento en la elección general está prácticamente definido.
El Gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, un demócrata, dijo que muchos votantes están recuperándose de lo que llamó «una pelea de golpes y arrastres» que fue la elección presidencial de 2020.
«Muchos de ellos no han asimilado el hecho de que, de hecho, va a ser una revancha», dijo Cooper en una entrevista.
«Cuando lo hagan, no creo que haya ninguna duda de que Joe Biden se llevará el día».
Alcanzar los 270 votos electorales
Incluso antes de que los votantes comiencen a prestar atención, el mapa político en la lucha por los 270 votos electorales necesarios para ganar la Presidencia ya está tomando forma.
La campaña de Biden está cada vez más optimista sobre Carolina del Norte, un estado que perdió por apenas 1 punto porcentual en 2020. En general, la campaña de reelección del presidente demócrata tiene varios cientos de empleados en más de 133 oficinas en los siete estados más críticos: Georgia, Michigan, Pensilvania, Arizona, Nevada, Wisconsin y Carolina del Norte.
El equipo de Trump apenas ha comenzado a implementar la infraestructura en los estados indecisos, aunque hizo campaña en Wisconsin y Michigan la semana pasada, enviando una señal clara de que quiere bloquear el camino de reelección de Biden a través del «muro azul» del Medio Oeste demócrata.
El asesor senior de campaña de Trump, Chris LaCivita, dijo que Trump está haciendo planes para invertir nuevos recursos en al menos otros dos estados inclinados hacia los demócratas.
En un retiro privado de donantes en Florida el sábado, LaCivita discutió los planes de la campaña para expandir su mapa electoral hacia Virginia y Minnesota, basándose en el creciente optimismo del equipo de Trump de que ambos estados están al alcance.
«Tenemos una verdadera oportunidad de expandir el mapa aquí», dijo LaCivita a The Associated Press.
«La campaña de Biden ha gastado decenas de millones de dólares en anuncios televisivos y en su ‘aclamado juego de campo’. Y no tienen nada que mostrar por ello».
La campaña de Biden recibió con agrado que el equipo de Trump gaste dinero en estados demócratas.
«La campaña de Biden se va a centrar incansablemente en el camino hacia los 270 votos electorales, y eso es lo que representan nuestros esfuerzos», dijo el director de comunicaciones de la campaña, Michael Tyler.
Biden ha gastado mucho más agresivamente en infraestructura electoral y publicidad en los seis meses previos al Día de las Elecciones.
En las ocho semanas desde que Trump aseguró la nominación republicana, su campaña no ha gastado prácticamente nada en publicidad televisiva, según la firma de seguimiento de medios AdImpact. Los grupos externos alineados con Trump han gastado poco más de 9 millones de dólares.
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Durante el mismo período, AdImpact encontró que Biden y sus aliados han gastado más de 29 millones de dólares distribuidos en Michigan, Arizona, Pensilvania y Wisconsin.
El equipo de Trump ha sido inusualmente conservador, en parte para evitar los errores percibidos de 2020, cuando su campaña prácticamente se quedó sin dinero y se vio obligada a reducir la publicidad en los días finales críticos de la elección, pero también porque ha tenido dificultades para reavivar su atractivo entre los pequeños donantes y debido a la desviación de algunos dólares para la defensa legal del ex Presidente.
El equipo de Trump insiste en que pronto aumentará sus anuncios publicitarios y su infraestructura en el terreno, aunque LaCivita se negó a ofrecer detalles específicos.
Votantes decepcionados con sus opciones
Es evidente que Biden y Trump tienen un trabajo serio que hacer para mejorar su posición con los votantes.
Aunque son optimistas en público, los aliados de Biden reconocen en privado que sus índices de aprobación pueden ser más bajos que los números del demócrata Jimmy Carter en este punto de su Presidencia. Los índices de Trump tampoco son mucho mejores.
Las encuestas públicas muestran consistentemente que a los votantes no les gustan las opciones de 2024.
Solo alrededor de 2 de cada 10 estadounidenses dicen que estarían emocionados si Biden (21%) o Trump (25%) fueran elegidos presidentes, según una encuesta del Centro AP-NORC de Investigación de Asuntos Públicos realizada en marzo. Solo alrededor de una cuarta parte de los votantes en la encuesta dicen que estarían satisfechos con cada uno.
Una encuesta de CNN realizada en abril encontró que el 53% de los votantes registrados dicen que están insatisfechos con los candidatos presidenciales que tienen que elegir en las elecciones de este año.
Otro factor importante es Kennedy, miembro de la legendaria dinastía política y teórico de la conspiración antivacunas que se postula como independiente. Ambas campañas principales lo están tomando en serio como un posible obstáculo, con los aliados de Trump notablemente intensificando sus críticas a Kennedy en los últimos días.
El plan de Biden: recordar a votantes cómo fue la Presidencia de Trump
Por ahora, el equipo de Biden está más centrado en recordar a los votantes el liderazgo divisivo de Trump. Tres años después de que Trump dejara el cargo, hay una sensación de que algunos votantes pueden haber olvidado cómo era con el ex estrella de televisión de realidad en la Oficina Oval, o sus esfuerzos por revertir las elecciones de 2020 que lo han puesto en peligro legal.
«El plan es recordar a los votantes cómo era la vida con Trump y también demostrar a los votantes que las formas en que el mundo les parece incierto ahora no son, de hecho, causadas por el Mandatario, sino que pueden ser navegadas por este Presidente», dijo la encuestadora de Biden, Molly Murphy, a la AP.
«Los votantes confiarán en su liderazgo y Administración, sabiendo que las cosas pueden ser mucho peores si es Donald Trump».
El equipo de Biden también apuesta a que la feroz reacción en contra de las nuevas restricciones al aborto, que Trump y los republicanos han defendido en gran medida, llevará a los votantes a los demócratas, como lo hizo en las elecciones intermedias de 2022 y en las carreras estatales de 2023.
Pero el éxito de Biden también depende de la capacidad de los demócratas para rearmar su coalición ganadora de 2020 en un momento en que la entusiasmo está rezagado entre bloques críticos de votantes, incluidos los negros, los jóvenes y los árabes estadounidenses descontentos con el manejo de la guerra en Gaza.
El plan de Trump: usar sus batallas legales a su favor
Trump se ha visto obligado a adaptar su campaña a su primer juicio penal en Nueva York. Los Fiscales alegan que cometió fraude financiero para ocultar pagos de dinero de silencio a una actriz porno, Stormy Daniels, quien dice haber tenido un encuentro sexual con el magnate. Él niega su afirmación y se ha declarado no culpable.
Por ahora, Trump se ve obligado a asistir al juicio la mayoría de los días de la semana. Es probable que el veredicto aún esté a semanas de distancia. Y después de eso, enfrenta la perspectiva de más juicios relacionados con sus esfuerzos para revertir las elecciones de 2020 y su manejo de documentos clasificados. La Corte Suprema está considerando si Trump debería ser concedido inmunidad, o inmunidad parcial, por las acciones que tomó mientras estaba en el cargo.
Durante la última semana, Trump se ha colado en paradas de campaña alrededor de su horario de tribunal, animando a los votantes en Wisconsin y Michigan, donde el debate sobre el aborto está en pleno apogeo.
Trump parecía estar buscando una forma de mitigar el impacto político del alboroto sobre la anulación de los derechos de aborto a nivel nacional por parte de la Corte Suprema. El ex Presidente sugirió que el tema finalmente unirá al país a medida que los estados establezcan leyes diferentes.
«Ocurrirán muchas cosas malas más allá del tema del aborto si no ganas elecciones, con tus impuestos y todo lo demás», les dijo a los votantes de Michigan.
El equipo de Trump sostiene en privado que su inédito juicio en Nueva York dominará las noticias -y la atención de los votantes- en el futuro previsible. Su campaña ha dejado de intentar presentar noticias no relacionadas durante el juicio.
Incluso si Trump fuera condenado por el jurado de Nueva York, sus asesores insisten en que los fundamentos de la elección no cambiarán. Trump ha trabajado agresivamente para socavar la confianza pública en las acusaciones en su contra. Mientras tanto, temas más tradicionales juegan a su favor, incluida una inflación persistentemente alta y la situación en la frontera entre Estados Unidos y México, según el equipo de Trump.
LaCivita dijo que tales problemas refuerzan constantemente la debilidad de Biden, ya que «las noticias del día siguen empeorando».
Ambos lados parecen estar de acuerdo en que la dinámica de la carrera aún podría cambiar drásticamente basándose en cualquier número de factores, desde cómo se desempeña la economía o el curso de las guerras en Gaza y Ucrania, hasta tendencias en crimen o migración, u otros eventos previstos. Los debates de los posibles candidatos este otoño podrían ser otra carta salvaje.
Tal incertidumbre, dijo el director de estados de batalla de Biden, Dan Kanninen, puede jugar a su favor.
«Esa dinámica es una oportunidad tanto como un desafío para nosotros», dijo, «porque tendremos los recursos, la infraestructura y la operación construida para involucrar a los votantes a través de todas esas aguas difíciles».
