CDMX.- Dos años atrás, según contó el propio Enrique Bunbury, no tenía esperanzas de volver a cantar. Había cancelado su gira por agravarse unos problemas en la garganta que lo aquejaban hace tiempo.
Pero este sábado, los astros jugaron a su favor y hasta el cielo le dio tregua, pues apenas salió al entarimado del Autódromo Hermanos Rodríguez, para dar su primer concierto del 2024, la lluvia se detuvo para tranquilidad de los 70 mil asistentes, cifra oficial.
Eran las 21:05 horas y el español, de 56 años, arrancó con lo que prometió: un repaso y celebración de sus 40 años de carrera.
«Nuestros Mundos No Obedecen a Tus Mapas», de su último álbum, Greta Garbo, rompió el hielo, con el cantante enfundado en un traje negro con rosas bordadas a los costados del pantalón, pañuelo rojo al cuello y gafas de sol.
«México, qué maravilla, qué belleza verles a todos de nuevo las caras, hasta donde alcanza la vista. Muchas gracias, de verdad, por acompañarme esta noche. Una noche muy especial, volver a México y cantar con ustedes en el Autódromo. Para todo hay primeras veces, y esta es mi primera vez aquí. Intentaremos hacer un recorrido por todos los años», saludó.
Bunbury decidió ser abierto y se mostró agradecido por volver a disfrutar la música y la euforia.
«Hace cosa de dos años pensaba que esto no iba a volver a pasar, que no volvería a estar encima de un escenario. Afortunadamente, la vida te lleva por caminos inesperados y te da sorpresas que a lo mejor no mereces», sentenció.
Aprovechó para sembrar la esperanza para futuras presentaciones, pero pidió disfrutar del aquí y ahora.
«No saben lo contento que estoy de estar cantando con todos ustedes, canciones del pasado y del presente. Quizás se abra una puerta para continuar viéndonos, no nos volvamos locos, pero, de momento, disfrutemos el presente».
El ex vocalista de Héroes del Silencio no mostraba indicios de malestar, sino que regresó cargado de energía.
Recorría el escenario de punta a punta con temas como «Más Alto que Nosotros Sólo el Cielo», «Alaska» y «El Extranjero».
La noche se gozaba al máximo, con cerveza en mano, mientras «Apuesta por el Rock ‘n’ Roll» sacudía a la multitud.
Bunbury demostró la falta que le hacía la conexión con el público: bajó del escenario para saludar a tantos como pudo. Ellos respondieron cantando a todo pulmón «Entre Dos Tierras».
EMPAPADOS, PERO CONTENTOS
Ramiro y Violeta salieron desde temprano del Estado de México para llegar a la Curva 4 y precopear a gusto en las inmediaciones. Con más de 15 años de casados, han seguido a Bunbury desde que se conocieron.
«Hemos esperado este momento mucho tiempo, y la lluvia, la verdad es que no nos importa mucho, pero ojalá nos deje disfrutar el concierto. Llegamos temprano para disfrutar toda la experiencia, también porque es la primera vez que venimos a un evento al Autódromo», dijo Ramiro, en entrevista.
El Autódromo alberga actualmente eventos del Foro Sol mientras éste es remodelado.
Desde las 19:00 horas la lluvia comenzó a ser un inconveniente para quienes llegaban en automóvil, pues el tráfico empezó a ser más lento.
Con impermeables y chamarras rompevientos, los fans se abrían paso. El ímpetu no decaía, al contrario, motivaba a querer disfrutar más el concierto.
«Me parece que, como fan, podría ser una oportunidad única, es un lugar diferente a los que ya conocemos y con un artista que no sabes si veremos más adelante. Como fan de hueso colorado, deseo que siga por muchos años regalándonos estos momentos, pero uno nunca sabe, esta vez fueron únicos shows y había que aprovechar», expresó Violeta.
