Tender la cama inmediatamente después de levantarte podría parecer una forma de empezar el día con orden y disciplina. Pero, según expertos, esta práctica podría estar contribuyendo a un problema de salud: la proliferación de ácaros.
Los ácaros, también conocidos como ácaros del polvo, son diminutos arácnidos, parientes de las garrapatas y las arañas, que miden apenas 0.25 mm. Viven en nuestras camas y se alimentan de las células muertas de la piel.
Aunque no muerden ni transmiten enfermedades, generan alérgenos.
De acuerdo con Mayo Clinic, algunos síntomas de alergia a los ácaros son:
Estornudos
Goteo de la nariz
Ojos rojos, llorosos o con picazón
Congestión nasal
Picazón en la nariz, el paladar o la garganta
Goteo nasal posterior
Tos
Dolor y presión facial
Piel azulada e inflamada debajo de los ojos
En el caso de los niños, frotarse la nariz hacia arriba con frecuencia
Si estas alergias contribuyen a que la persona presente episodios de asma, los síntomas también pueden incluir:
Dificultad para respirar
Dolor u opresión del pecho
Pitido o sibilancia que puede oírse al exhalar
Problemas para dormir causados por falta de aire, tos o sibilancia al respirar
Episodios de tos o sibilancia al respirar que empeoran con un virus respiratorio, como un resfriado o influenza
Según el Dr. Myro Figura, médico en Los Ángeles, tender la cama inmediatamente después de despertarnos atrapa la humedad generada por el sudor y la respiración durante la noche, creando el ambiente perfecto para que los ácaros sobrevivan y se reproduzcan.