Al retirar dinero de un cajero automático, aparece la opción de imprimir un recibo que muestra el resumen de la operación o transacción que se realizó, además del saldo restante en la cuenta. Sin embargo, esta práctica no es recomendable por varias razones.
Desde hace tiempo, las operaciones en cajeros automáticos reportan disminuciones. Es decir, que menos personas están haciendo uso de esta infraestructura bancaria, al existir diversas formas de acceder a tu dinero.
-Protección de datos personales: Un recibo del cajero automático puede contener información sensible como el saldo de tu cuenta, los últimos dígitos de tu tarjeta y detalles de la última transacción. Esta información puede ser útil para intentar acceder a tu cuenta bancaria si lo dejas en un lugar público.
-Reduces el riesgo de fraude: Los estafadores pueden utilizar los datos de tu recibo para engañarte a través de una llamada telefónica, mensajes de texto o correos electrónicos y cometer fraudes.
-Existen otras alternativas: Actualmente, la mayoría de los bancos te permiten revisar el saldo y el historial de las transacciones que has realizado de manera directa en sus aplicaciones móviles o en la banca en línea. Siendo opciones más seguras y prácticas para conocer tus movimientos.
-Contribuye al impacto ambiental: Imprimir el recibo de un cajero tiene un impacto ambiental. Se recomienda consultar digitalmente las transacciones que se realizan y utilizar los servicios en línea para evitar un recibo físico.