En Meoqui, se llevó a cabo el conteo de aves anual de navidad en el Río San Pedro, el cuál abarca aproximadamente 140 kilómetros cuadrados, se han registrado alrededor de 280 especies de aves, lo que lo posiciona como un lugar único en el estado de Chihuahua para estudios ecológicos y actividades de turismo sustentable.
Manuel Jurado, uno de los organizadores del conteo anual de aves en la región, destaca la relevancia de estas especies como indicadores de la salud del ecosistema: «Las aves nos señalan la calidad del agua, la salud de las plantas y el equilibrio general del entorno. Aquí hemos documentado especies migratorias que ahora se han vuelto residentes, como los cormoranes, así como la presencia del rascón azteca, cuya reproducción en esta zona no se había registrado previamente», comentó.
Fidel González, colaborador del proyecto, enfatizó la importancia de acciones responsables por parte de los visitantes: «El sitio más limpio no es el que más se limpia, sino el que menos se ensucia. Invitamos a las personas a llevarse su basura y respetar la biodiversidad del área». La alcaldesa de Meoqui, Miriam Soto, ha implementado programas permanentes de limpieza y colocado contenedores para facilitar la disposición de residuos, aunque aún se requiere mayor conciencia ciudadana.
Por su parte Manuel Jurado mencionó que el potencial turístico del Vado de Meoqui es enorme. Sin embargo, actividades como la ganadería, el uso de vehículos todo terreno y las fiestas ruidosas han generado impactos negativos en el ecosistema. Los organizadores del conteo abogan por un cambio hacia el turismo ecológico, promoviendo la observación de aves y la educación ambiental como alternativas viables. Además, los datos recopilados por voluntarios y expertos son subidos a plataformas internacionales, contribuyendo a investigaciones científicas que han dado a conocer la importancia del sitio a nivel mundial.
«Está comprobado que convivir con la naturaleza genera felicidad», afirmó, exportando a ciudadanos y visitantes a proteger este invaluable humedal y garantizar su conservación para futuras generaciones, ya que este espacio no solo alberga biodiversidad, sino que también representa una oportunidad para integrar ciencia, sociedad y desarrollo sustentable en beneficio del entorno y de quienes lo habitan.
