Larga, corta, plana, hueca, fresca, seca y rellena, la pasta tiene una infinidad de formas, colores y sabores, y es la base para una gran cantidad de platillos que se preparan en todo el mundo. Sus dos ingredientes básicos son trigo, ya sea sémola o harina, y agua, y son suficientes para poner magia en cada plato.
Desde 1995 se festeja el Día Mundial de la Pasta, se eligió el 25 de octubre porque en ese día la Organización Internacional de la Pasta (IPO) realizó el primer congreso mundial, en Roma. Aunque el lugar se eligió porque Italia es el mayor productor de pasta y se le atribuye el origen, la historia va más allá.
«El trigo se cultiva desde hace miles de años en todo el mundo, existen vestigios de su presencia en civilizaciones como Egipto y Mesopotamia (actual Irak y Siria) en el Oriente Medio. Llegó a nuestro País gracias a los colonizadores y se ubicó como uno de los principales cereales para la alimentación en la Nueva España, junto con el maíz», de acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER).
Además, se tienen registros que desde el año 1154 el geógrafo árabe Al-Idrisi ya habla de una pasta cocida, parecida a los espaguetis actuales, según la IPO.
A comer este rico alimento
«En México tenemos la idea de que la pasta es mala para la dieta, pero no es así, al contrario, es lo más sano porque te da energía», afirma el chef Julián Martínez del restaurante Sepia.
«Eso sí, este ingrediente tiene que estar al dente, es decir, cocida por fuera y firme por dentro, porque si se pasa de cocción es cuando se desprende todo el azúcar», agrega.
La pasta se puede elaborar con sémola o con harina de trigo y agregar agua o huevo.
«Nosotros hacemos la tradicional napolitana con sémola y huevo, pero también se puede preparar con agua para hacerla totalmente vegana, ya después todo depende de las combinaciones que hagas con verduras», asegura el chef Cristian Pastrana, del restaurante Terra Mía.
En cuanto a nutrición, de acuerdo con la PROFECO, tiene proteínas y carbohidratos.
«Con cantidades bajas de grasa, los carbohidratos (almidón) son los de mayor presencia; además, tienen proteínas, principalmente gluten, que da la capacidad de moldeado; contienen también agua y otros ingredientes, como sal y, a veces, para hacerlas más nutritivas, huevo, verduras, vitaminas y minerales», aseguraron.
El chef Julián, también, recomienda no recalentar la pasta.
«Solo preparar la pasta que van a consumir en el día para no tener que recalentarla».
Además invita a que cuando preparemos pasta pongamos atención a ese olor que despierta los sentidos y que dice: «algo está saliendo rico».
Datos curiosos:
Se produjeron 14.5 millones de toneladas de pasta en el mundo en 2019.
Hay más de 300 tipos de pasta, unas 130 son italianas
En México hay una empresa que elabora pasta desde hace más de 100 años.
El filindeu es uno de los tipos más raros, su nombre significa «hilo de Dios».
Tip del chef
Antes de meter la pasta al agua hirviendo, revisa en el empaque el tiempo de cocción recomendado. Si es de 10 minutos, déjala solo seis, cuela, agrega un poco de aceite de oliva y deja a temperatura ambiente sin tapar. Esto la dejará al dente.