CDMX.- Los jóvenes menores de 30 años son los que presentan mayores niveles de estrés y ansiedad en el trabajo, lo que repercute en su productividad, aseguró la consultora WTW.
Pariz Palacios, director de consultoría y estrategia de salud y beneficios de la firma, advirtió que el costo a nivel mundial por no atender la salud mental de los empleados asciende a 2.5 billones de dólares, según la OMS.
Dijo que actualmente, un 35 por ciento de los empleados presenta síntomas de ansiedad o depresión (de los cuales solo un tercio está en tratamiento regular, tomando medicación o ha consultado a especialistas), y casi la mitad sufre de un alto nivel de estrés.
«Estas condiciones tienen un impacto particularmente mayor en grupos de jóvenes menores de 30 años y con menores ingresos, que a su vez son los grupos con mayor proporción de empleados sin recibir tratamiento», manifestó Palacios.
Detalló que en otras generaciones, como la X, manifiesta ser menos propensos a estas enfermedades porque han logrado cierta estabilidad laboral, han trabajado en mecanismos de resiliencia y pueden compensar de mejor forma la cuestión de la salud mental.
«Los jóvenes son los que vemos más expuestos, se enfrentan a entornos laborales complicados, a salarios más bajos y a los temas de ansiedad y carga laboral. No están encontrando los mecanismos para atenderse», consideró el experto.
Con base en la «Encuesta Global de Actitudes y Beneficios 2024», WTW, la consultora dijo que menos de un tercio de los empleados que sufren de ansiedad o depresión está tomando medidas para lidiar con estos padecimientos (toma medicamentos recetados, recibe tratamientos regulares o ha tenido una consulta con un especialista en salud mental).
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Señaló que existe una necesidad constante del empleado por tener algún tipo de beneficio o apoyo con respecto a la salud mental, y también hay una menor participación por parte de las empresas para brindar este tipo de asistencia.
«Para 2030 la primera causa de discapacidad van a ser las enfermedades mentales, dice la OMS que a partir de la pandemia hemos visto un aumento, de padecimientos como la ansiedad, estrés, depresión y algunas otras enfermedades», destacó Palacios.
Sostuvo que las consecuencias de que no se atiendan estos padecimientos es que exista una baja productividad, ausentismo o presentismo, es decir, que las personas acuden a laborar pero no desarrolla adecuadamente sus actividades.
«Lo relevante es que las mismas empresas generen una cultura donde se fomente o se brinden herramientas necesarias para que los empleados tengan acceso a estas medidas para mejorar la salud mental», concluyó.
