Ciudad de México.- La de Leila Pereira es la historia de una periodista que dejó la tinta y el papel para presidir a uno de los equipos más laureados del mundo: el Palmeiras.
Valuado en 209 millones de euros (mde), según Transfermarkt, el club brasileño no solo es uno de los gigantes deportivos de Latinoamérica, sino también económicos, por encima de monstruos como el América (96.9 mde) y Monterrey (91.48 mde).
Nada mal para un equipo que apenas en 2012 había descendido a la Segunda División.
Justo cuando empieza el tercer y último año de su mandato, Pereira señala al machismo como su principal enemigo: «Cuando el Palmeiras pierde, la responsabilidad es de Leila; cuando gana, gana a pesar de Leila. ¿Será que yo no tengo algún mérito en esas victorias?», dijo.
Vaya que ha coleccionado enemistades. El pasado 16 de enero anunció la extensión de contrato del exitoso técnico Abel Ferreira, en una rueda de prensa a la que solo invitó a mujeres periodistas.
«Yo les digo ‘no sean histéricos’, que es lo que nos dicen a nosotras cuando protestamos», respondió, ante las críticas.
¿Cómo llegó una periodista de formación al puesto más importante de uno de los mejores clubes del mundo?
¡EXTRA!, ¡EXTRA!
Durante su etapa en la prensa, cuando cubrió incidencias del Mundial de 1990, Pereira conoció al empresario José Roberto Lamacchia, quien, además, era fanático del Palmeiras. Fue este quien le recomendó estudiar leyes, con quien se casó en 1999 y el cual la impulsó en el área legal de su empresa.
Veintidós años mayor, Lamacchia delegó en 2008 a su esposa las responsabilidades de Crefisa. Leila condujo a la empresa al siguiente nivel.
En 2015, decidió patrocinar al club del que su esposo es hincha. Inyectó capital al Palmeiras, cuadro que tenía dos años de su regreso a la Primera División y el cual solo sobreviviría con inyecciones económicas de este estilo.
Desde su etapa como patrocinadora, Leila hizo las conexiones necesarias para asumir un rol más importante en el «Verdao». Le bastaron dos años para ser elegida como asesora del club, con lo cual incrementó la inyección económica.
Según Forbes, Crefisa aportó 15 millones de dólares para refuerzos. En 2019, renovó el patrocinio, en un acuerdo por 21 millones de dólares por temporada, 4 más por premios y objetivos, para alcanzar una cifra cercana a los 100 millones de dólares.
CONTRA EL MACHISMO
Leila no tuvo opositor en su candidatura a la presidencia, literalmente.
Ningún hombre se postuló a las elecciones de noviembre de 2021, prueba de que era demasiado contundente el poder que ya había adquirido Pereira en la institución: obtuvo el 88.6 por ciento de los votos de los socios.
Asumió el cargo un mes después. Desde su arribo, Palmeiras ha conquistado dos veces la Serie A (el máximo torneo en Brasil), otras dos el Campeonato paulista (estatal), la Supercopa brasileña y una Recopa Sudamericana.
Solo que nada parece tener contentos a sus críticos.
Leila acusa que hay una fuerte corriente machista, más interesada en desprestigiarla que en abonar por la inclusión de las mujeres en puestos directivos; ella colocó como vicepresidentas a otras dos mujeres.
Hay una abierta confrontación con «Mancha Verde», la principal barra de Palmeiras y cuyos integrantes la han amenazado. Exigen boletos gratuitos y refuerzos de calidad, así como que les otorguen otra zona en el estadio del equipo; han vandalizado sedes de las empresas de la presidenta, quien demandó y logró una orden de restricción contra tres de ellos.
En América Latina, solamente Marcela Gómez preside a otro club, el América de Cali, pero sin aún presumir algún título.
Mientras, Pereira añade trofeos a las vitrinas, aunque para ello tenga que librar otra desgastante batalla en un deporte que intenta trabar las puertas a las mujeres.
«No puedo acabar con el machismo, pero lo que pueda hacer (para combatirlo), lo hago», dijo a AFP.
Leila Pereira, hoy de 59 años, prometió que a finales de este 2024 buscará la reelección, para otros tres años en el cargo.
