Valencia, España- Al menos 62 personas murieron en inundaciones que devastaron la Comunidad Valenciana, sembrando el caos en muchos pueblos que quedaron aislados y a los que los servicios de emergencias intentaban acceder el miércoles para rescatar víctimas.
«En este momento, y de forma provisional, la cifra de víctimas mortales asciende a 62 personas. Continúa el proceso de levantamiento e identificación de las víctimas», indicó el organismo que coordina las operaciones de rescate en la región, azotada por torrenciales lluvias y fuertes vientos.
Con carreteras cortadas y zonas de Valencia aisladas y sin telefonía ni electricidad, las autoridades temen que el balance aumente, con personas todavía desaparecidas.
«Estoy preocupada porque mi hermana vive en la zona de Turís y no sabemos nada de ella desde las cinco de la tarde de ayer», dijo a la televisión pública TVE una mujer que se identificó como Miriam, una de las muchas personas que buscan a sus allegados.
«Ha estado 10 horas lloviendo sin parar (…) Y el resultado es lo que ves. Estamos incomunicados, No se puede acceder a la parte del pueblo. Las carreteras están todas cortadas, puentes cortados», dijo a AFPTV José Manuel Rellán, residente de la población valenciana de Ribarroja de Turia.
La emergencia «continúa»
Las impactantes imágenes de la noche del martes mostraron calles convertidas en verdaderos ríos caudalosos que arrastraban todo a su paso, incluidos los vehículos.
Cuando subía el nivel del agua, María Carmen, habitante de la ciudad de Valencia, contó a TVE que se salió por la ventanilla de su vehículo y se subió «al techo» de una furgoneta, donde estuvo varias horas hasta que pudo ser rescatada.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, instó a los ciudadanos a no bajar la guardia en momentos en que la emergencia «continúa».
«Las administraciones públicas están trabajando, estamos trabajando de forma coordinada para hacer lo posible y vamos a poner todos los medios necesarios hoy, mañana y el tiempo que haga falta para que podamos recuperarnos de esta tragedia, no os vamos a dejar solos», señaló el Mandatario socialista desde el Palacio de la Moncloa.
El miércoles, los residentes de la zona intentaban sacar el lodo de sus casas con baldes y caminaban con el agua hasta la cintura para intentar salvar sus pertenencias.
El transporte ferroviario y aéreo hacia la zona continuaba suspendido.
«Reiteramos la importancia de no hacer desplazamientos por carretera» en las provincias afectadas de la región, insistió el presidente autonómico, Carlos Mazón.
Un desastre «que nadie recuerda»
El Rey Felipe VI expresó su «tristeza por tantas pérdidas de vidas humanas», en un mensaje desde las islas Canarias.
«Ha habido un enorme destrozo de infraestructuras y bienes materiales de muchísimas personas (…) No hay todavía información completa del impacto, del alcance, de los efectos, incluso de las posibles víctimas», declaró.
La Unión Europea está «lista para ayudar» a España, afirmó en X la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
El Congreso de los Diputados guardó un minuto de silencio el miércoles en honor a las víctimas.
En algunas zonas cayó en un día la cantidad de lluvia que suele caer en un mes, según medios locales.
«Estamos ante una situación inédita, que nadie recuerda», aseguró el presidente valenciano.
Es la catástrofe debida al mal tiempo más mortífera que se haya registrado en España desde agosto de 1996, cuando murieron 86 personas por lluvias torrenciales que arrasaron un camping en la provincia de Huesca.