Washington DC.- La Vicepresidenta Kamala Harris habla frente al Instituto del Caucus Hispano del Congreso en Washington. Crédito: AFP
La Vicepresidenta Kamala Harris criticó el miércoles la promesa del republicano Donald Trump de deportar a millones de personas que están en Estados Unidos ilegalmente, cuestionando si recurriría a redadas masivas y campos de detención para llevarla a cabo.
Harris, la candidata presidencial demócrata, dijo en la conferencia anual de liderazgo del Instituto del Caucus Hispano del Congreso que la nación puede encontrar un camino hacia la ciudadanía para aquellos que quieren venir y, al mismo tiempo, asegurar la frontera.
«Podemos hacer ambas cosas y debemos hacer ambas cosas», afirmó.
Harris recordó las políticas de migración de la Administración Trump mientras buscaba el apoyo hispano.
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«Mientras luchamos para llevar a nuestra nación hacia un futuro más brillante, Donald Trump y sus aliados extremistas seguirán intentando hacernos retroceder», dijo Harris.
«Todos recordamos lo que hicieron para separar a las familias, y ahora han prometido llevar a cabo la mayor deportación, una deportación masiva, en la historia de Estados Unidos.
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«¿Imagínense cómo sería eso? ¿Cómo se llevaría a cabo? ¿Redadas masivas? ¿Campos de detención masivos? ¿De qué están hablando?»
El ex Presidente Trump ha prometido llevar a cabo «la mayor operación de deportación en la historia de nuestro país» si es elegido en noviembre. No ha ofrecido detalles sobre cómo funcionaría dicha operación.
Trump, que ha hecho de la migración uno de los principales temas de su campaña, tiene una ventaja sobre Harris en las encuestas de opinión sobre en quién confían los votantes para manejar mejor el tema.
Se esperaba que Trump llegara a Uniondale más tarde ese día, donde visitaría una zona que podría ser clave para que los republicanos mantengan el control de la Cámara de Representantes. Su partido está tratando de asegurar a 18 republicanos en distritos congresionales predominantemente demócratas que Joe Biden ganó en 2020, particularmente en la costa de Nueva York y California, y está pasando a la ofensiva para desafiar a los demócratas en otras partes.
En Long Island, en particular, se presenta una de las contiendas más seguidas, entre el representante republicano en su primer mandato Anthony D’Esposito y la demócrata Laura Gillen. D’Esposito es un ex detective de la policía de Nueva York que ganó en 2022 en un distrito que Biden ganó por unos 15 puntos porcentuales en 2020.
El martes, Trump publicó en su plataforma Truth Social que el Partido Republicano tiene «una posibilidad real de ganar» Nueva York por primera vez en muchas décadas. En esa misma publicación, Trump también prometió que «recuperará el SALT», sugiriendo que eliminaría un límite a las deducciones fiscales estatales y locales que formaban parte de la legislación de recortes de impuestos que firmó en 2017.
El llamado límite SALT ha generado mayores facturas impositivas para muchos residentes de Nueva York, Nueva Jersey, California y otros estados con altos costos e impuestos, y es un tema de campaña importante en esos estados, particularmente entre aquellos republicanos de Nueva York que sirven en distritos que ganó Biden.
El discurso de Harris ante el Instituto del Caucus Hispano del Congreso marcó el segundo día consecutivo en el que atendió a distritos electorales considerados clave para el Partido Demócrata.
El martes, concedió una entrevista en Filadelfia a miembros de la Asociación Nacional de Periodistas Negros. Criticó la retórica de Trump y dijo que los votantes deberían asegurarse de que «no pueda volver a tener ese micrófono». Tiene previstos viajes a Michigan y Wisconsin para finales de semana.
Trump está intentando retomar su ritmo de campaña tras el aparente intento de asesinato del domingo mientras jugaba al golf en Florida. El martes viajó a Flint, Michigan, y no parece haber alterado sus planes para los próximos viajes a la capital del país y a Carolina del Norte más adelante en la semana.
Su compañero de fórmula, el senador de Ohio JD Vance, programó un evento en Raleigh, Carolina del Norte, el miércoles.
Trump, por su parte, se dirigía a Uniondale en Long Island, Nueva York, mientras ambos candidatos se tomaban un descanso el miércoles de la campaña en los estados indecisos que probablemente decidirán las elecciones del 5 de noviembre.
