El diputado federal con licencia Jorge Romero ganó ayer la elección para renovar la presidencia del PAN en un desangelado ejercicio marcado por una abstención cercana al 65 por ciento.
La comisión que organizó la interna reportó, al filo de las 21:00 horas, que el ex delegado en Benito Juárez obtuvo casi 95 mil votos con el 89. 8 por ciento de los votos computados, equivalentes al 79.9 por ciento.
La tlaxcalteca Adriana Dávila sumó 23 mil 887 votos, equivalentes al 20 por ciento.
De un padrón total de 302 mil miembros, con ese 89.9 por ciento computado, votaron apenas 118 mil 552 panistas, alrededor del 35 por ciento.
En la Alcaldía de Benito Juárez, bastión del panismo en la Ciudad de México, apenas votaron 987 militantes de un total de 2 mil 604, un porcentaje de 37 por ciento.
«Somos el único partido que renovó su dirigencia con el voto de su militancia», presumió Romero, quien se comprometió a buscar la unidad del panismo.
«Esta dirigencia viene a ganar elecciones y mientras más nos subestimen, más vamos a ganar. Nos vamos a matar por estar en la calle, así vamos a ganar», arengó.
Con un mensaje que difundió después de las 10:00 de la noche, Dávila dijo que no estaba convencida de la legalidad del proceso.
«Hago un llamado a la nueva dirigencia: el modelo de PAN que ustedes han construido desde la última década no funciona. Nadie puede sentirse orgulloso cuando alrededor del 70 por ciento de los panistas no fue a votar», dijo.