El aumento de peso ha sido durante mucho tiempo un efecto secundario común de los antidepresivos, pero algunos de ellos son más propensos a añadir kilos que otros, según un nuevo estudio.
El estudio, publicado hace una semana en la revista Annals of Internal Medicine, analizó las historias clínicas electrónicas de más de 183 mil pacientes de Estados Unidos que tomaban antidepresivos por primera vez y realizó un seguimiento a su peso durante 24 meses.
Después de seis meses, los pacientes que tomaban Lexapro, Paxil o Cymbalta tenían un riesgo mayor, entre el 10 y el 15 por ciento, de ganar una cantidad de peso clínicamente significativa, definida como al menos el 5 por ciento de su peso inicial, en comparación con los usuarios de Zoloft. Los que tomaban Wellbutrin tenían menos probabilidades de experimentar este tipo de aumento de peso. El estudio incluyó tanto las formas de marca como las genéricas de cada medicamento.
“A muchos pacientes les preocupa ganar peso extra cuando toman un antidepresivo”, dijo Joshua Petimar, quien es profesor asistente de medicina de población en la Facultad de Medicina de Harvard y el Instituto de Salud Pilgrim de Harvard, y el autor principal del estudio. Esto puede ser especialmente cierto en el caso de pacientes con una enfermedad preexistente, como la diabetes.
Además, algunos pacientes pueden dejar de tomar un antidepresivo —incluso si es eficaz— porque no les gusta haber ganado peso. “Esto también puede conducir a una serie de resultados adversos, como un mayor riesgo de hospitalización o recaída de los síntomas”, dijo Petimar.
En el estudio, a los seis meses, los pacientes que tomaron Lexapro o Paxil aumentaron en promedio medio kilo más que los que tomaron Zoloft, el más recetado de los ocho antidepresivos analizados. Quienes tomaron Cymbalta, Effexor o Celexa también engordaron inicialmente más que los usuarios de Zoloft, pero en todos los casos menos de medio kilo. Sin embargo, quienes tomaron Wellbutrin engordaron menos que quienes tomaron Zoloft.
El estudio mostró cierto nivel de aumento de peso en todos los antidepresivos. Y la mayoría de las personas del estudio tenían sobrepeso o eran obesas al principio, lo que es representativo de la población de Estados Unidos.
“No importa drásticamente cuáles se elijan”, dijo David J. Hellerstein, quien es profesor de psiquiatría clínica en el Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia y no participó en el estudio. “Es el mismo problema en todos los casos”.
