Para algunas personas, la llegada del frío estacionario representa el inicio de un período de dolores y malestares, indicó César Alejandro Arce Salinas, presidente del Colegio Mexicano de Reumatología.
Contracturas, rigidez, inflamación y dificultades para ejecutar ciertos movimientos son algunos de los estragos corporales causados por las bajas temperaturas, compartió el especialista.
«Hace poco no había explicaciones y algunos compañeros médicos pensaban que el frío no causaba molestias en las personas, pero la verdad es que sí ocurre», comentó.
«Hay quienes como personas son más sensibles al frío (…) y tienen un umbral del dolor más bajo que otros. También hay personas con enfermedades reumáticas, particularmente articulares, o inflamatorias que perciben un incremento de sus molestias en la temporada de cambio de calor a frío y de seco a lluvias».
A decir de Arce Salinas, las razones pueden ir desde una mayor susceptibilidad a los cambios estacionales en la presión barométrica o atmosférica hasta el aumento de la densidad del líquido sinovial, la sustancia que cubre y amortigua articulaciones.
A lo anterior se suma una alteración de la circulación sanguínea en la piel, lo que conlleva una disminución de la oxigenación en tejidos y, por tanto, a rigidez, dolores y contracturas.
Y si bien las personas con enfermedades reumáticas y musculares suelen ser propensas a padecer dichas molestias, precisó, no son las únicas.
El desgaste articular derivado de la edad hace a los adultos mayores más susceptibles al frío; los deportistas y atletas de alto rendimiento pueden verse perjudicados si no calientan lo suficiente antes de su entrenamiento o una competencia; las personas en sus actividades cotidianas también pueden resentir los cambios de temperatura si adoptan una mala posición en su día a día, si realizan ejercicio intenso o realizan movimientos repetitivos sin estar acostumbrados.
«El dolor articular es una situación que ocurre en las personas sanas. No por tener dolor articular tengo una enfermedad», agregó.
De acuerdo con Arce Salinas, levantarse a caminar de 5 a 10 minutos por cada 2 horas sentados, cambiar de posición corporal frecuentemente y reposar tanto músculos como articulaciones en caso de inflamación ayudan a evitar posibles dolencias y lesiones.
Ducharse con agua caliente, colocar compresas, geles o dispositivos térmicos y aplicar cremas, pomadas o ungüentos con diclofenaco, naproxeno o indometacina, si no se es alérgico, en las zonas afectadas son formas seguras de disminuir el dolor en caso de no tener una enfermedad reumática o muscular, añadió.
«Las personas deben tener cuidado de los remedios caseros o no aprobados. Hay un mercado muy grande de supuestos medicamentos disfrazados de suplementos o sustancias que mejoran el estado del paciente», comentó.
«Si una molestia articular dura muchos días o es muy intensa, hay que buscar a un médico cercano para recibir un analgésico seguro, eficiente y apropiado».
Blinde sus articulaciones
Para tener articulaciones sanas se recomienda:
- Realizar estiramientos suaves y en toda la amplitud de movimiento diariamente.
- Mantener una buena postura al sentarse, pararse y moverse.
- Equilibrar la actividad física con el descanso.
- Tener un peso corporal adecuado.
- Dejar de fumar.
- Realizar ejercicios que mejoren la amplitud de movimiento, fortalezcan los músculos y aumenten la resistencia.
Fuentes: Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de EU y Clínica Mayo.