domingo, octubre 20, 2024

SÓLO HAY AGUA PARA EL 35% DE LOS CULTIVOS EN CHIHUAHUA

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La situación en las presas de Chihuahua está generando preocupación en la región, ya que los niveles de almacenamiento de agua han disminuido drásticamente en comparación con el año anterior, lo que podría tener un impacto significativo en la agricultura y el ecosistema acuático.

La presa Francisco I. Madero, también conocida como Las Vírgenes, actualmente está funcionando con un alarmante 32.4 por ciento de su capacidad total de almacenamiento, lo que equivale a 114.952 millones de metros cúbicos de agua. Además, el gasto de extracción de agua de esta presa se encuentra en 20 metros cúbicos por segundo.

Comparativamente, el año pasado, Las Vírgenes tenía niveles de almacenamiento casi tres veces más altos, con 325.399 millones de metros cúbicos de agua, lo que representaba un 92 por ciento de su capacidad.

La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha emitido un informe que indica que, en conjunto con otras presas, el total de agua almacenada asciende a 1,229.645 millones de metros cúbicos, pero no todo este volumen está disponible para su uso en riego agrícola, ya que se deben descontar las pérdidas por evaporación y filtración. Además, se debe reservar un mínimo de 430 millones de metros cúbicos en caso de sequía extrema para no perjudicar al ecosistema acuático, lo que plantea un desafío para el próximo ciclo agrícola.

Para hacer frente a esta preocupante situación, la Conagua inició hace dos meses un programa de bombardeo de nubes para estimular la lluvia en la región, una medida que fue objeto de controversia, ya que la actual gobernadora, María Eugenia Campos Galván, se opuso a ella.

Recientemente, la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR), en colaboración con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), reinició el Programa de Estimulación de Lluvias para abordar los problemas causados por la sequía en el estado de Chihuahua. Este programa implica la liberación de moléculas de yoduro de plata en las nubes con el objetivo de estimular la precipitación. Esta tecnología es amigable con el medio ambiente y busca recuperar la humedad del suelo, promover la rehabilitación de los agostaderos y mejorar la captación de agua en los cultivos de temporal.

La SDR y la Sader trabajan en conjunto para identificar las mejores condiciones en diferentes zonas del estado, especialmente en la cuenca del río Conchos, para llevar a cabo este programa, siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan. La esperanza es que estas acciones contribuyan a aliviar la sequía y sus efectos en la región, beneficiando a un mayor número de productores agrícolas.

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