“¡Te va a dar un aire!” Seguramente has escuchado más de una vez esta advertencia de parte de tu mamá o algún otro familiar, pues se dice que a causa de los cambios bruscos de temperatura te puede causar que te de una Parálisis facial.
Bueno primero lo primero, ¿Cuáles son las causas más comunes de este padecimiento? Aunque parezca que es solo el frío, es falso, la gran mayoría, por lo menos el 95% de los casos se dan por otras causas.
Según el Hospital General Dr. Manuel Gea González, en el sitió oficial del Gobierno Federal, la causa más frecuente para este malestar es la infección o parálisis de Bell.
En específico el 80% del total de casos es por causa viral, normalmente por Herpes tipo I, el mismo que causa los fuegos labiales, el 10% de los casos de da por traumas, es decir heridas cortantes en la cara, cirugías faciales y fracturas de cráneo y el 5% son por factores congénitos, el más común de estos es Síndrome de Moebius.
Dentro del 5% restante hay otros factores como el estrés, esto según diversos sitios especializados como Efecto del estrés en las sincinesias en pacientes con parálisis facial periférica idiopática crónica, realizado por tres psicólogas de la UNAM.
Así que si bien son pocos los casos que se dan por las bajas temperaturas, si es relevante cuidarse en especial durante la época de frío, especialmente por que es por el cambio brusco de estas que se da el padecimiento.
Por otro lado, no son las afectaciones que más se dan por el frío, pues si bien quizás es una de las que más asusta, las más comunes son las enfermedades respiratorias como los resfriados.
El IMSS pide a la ciudadanía cuidarse, abrigarse bien en los exteriores y tener cuidado con los cambios de temperatura bruscos, pues son estos los que afectan más aún que el frío por sí mismo. Al salir de casa usa los abrigos suficientes y bufandas para evitar respirar directamente el aire helado.
Síntomas
A diferencia de lo que pudieras creer la parálisis no es solo no poder mover la cara en la totalidad, pues hay diferentes niveles en los que te puede afectar.
Disfunción leve: aquí se suele notar una asimetría del rostro cuando se mueve pero aun con esfuerzo puedes cerrar por completo los ojos, mover tu boca lo más simétrico posible y sin moverte se ven “normales” ambos lados.
Disfunción leve a moderada: es parecido pero ya cuesta más trabajo moverse de forma normal, se nota sobre todo al mover los labios.
Disfunción moderada a severa paresia moderada: se nota al mover o no mover el rostro una asimetría, se es incapaz de cerrar el ojo por completo y se nota asimétrica la boca por más esfuerzo que se haga.
Disfunción severa: el movimiento es casi nulo, se nota una asimetría en reposo, no se es capaz de cerrar el ojo por completo y los movimientos en labios son casi imperceptibles.
Parálisis total: no hay movimiento en el rostro.
¿Qué hacer?
Es importante acudir a profesionales de forma inmediata pues hay muchas causas y muchas pueden ser más graves que la parálisis por sí misma, esto suele ser tratado por Neurólogos, Otorrinolaringólogos, Cirujanos plásticos, Psicólogos, Especialistas en rehabilitación, Especialistas en imagenología y Ortodoncistas.