La Policía Nacional de España identificó que la instalación funcionaba las 24 horas del día, pues los cocineros trabajaban en turnos alternados.
En la provincia de Pontevedra, España, una organización criminal con miembros de múltiples países logró instalar el laboratorio más grande de procesamiento de cocaína en toda Europa. Según las estimaciones oficiales, podía producir hasta 200 kilogramos diarios de narcóticos.
Agentes de la Policía Nacional española comenzaron las investigaciones en octubre de 2022 debido al inusual incremento de operaciones de un grupo delictivo asentado en las Palmas de Gran Canaria. Identificaron que esta célula realizó múltiples movimientos entre Las Palmas y la región peninsular (Madrid y Pontevedra).
Gracias al rastreo de las actividades criminales, la Policía Nacional identificó que esta organización estaba integrada por ciudadanos españoles, colombianos y mexicanos.
Los trabajos de inteligencia permitieron establecer que cada grupo de personas cumplía con funciones específicas, lo que reveló el “alto grado de sofisticación” del entramado criminal.
Por ejemplo, los mexicanos (ahora detenidos y cuya identidad no ha sido revelada) eran quienes aportaban los conocimientos técnicos para la adecuada extracción de la droga. El laboratorio transformaba la pasta base en clorhidrato de cocaína lista para el consumo.
Los involucrados originarios de Colombia, por su parte, cumplían la labor de ser “cocineros”, como se le llama al personal encargado de los procesos químicos en el laboratorio.
Por último, según el reporte de la corporación, los españoles “se ocupaban del grueso de la operación”, pues coordinaban el transporte de la cocaína desde Colombia hasta Pontevedra y, posteriormente, la llevaban al macrolaboratorio para su procesamiento. También estaban a cargo de la instalación de la maquinaria y de la distribución del producto por todo el país.
“Detrás de los ciudadanos españoles se encontraban dos potentes organizaciones criminales de carácter internacional –una colombiana y otra mexicana- que se habían unido para poder financiar conjuntamente el laboratorio”, estableció el reporte oficial.
Las imágenes del momento en que la Policía Nacional y la Policía Judiciaria de Portugal ingresaron al narcolaboratorio revelaron que el Cártel de Sinaloa sería uno de los grupos delictivos involucrados.
Esto, debido a que varios paquetes con cocaína estaban etiquetados con el logo de Superman, el cual ha sido utilizado desde 1996 como distintivo del cártel antes encabezado por Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Acorde con testimonios de Guzmán Loera retomados por Blu Radio, la “S” del icónico superhéroe fue apropiada por el grupo criminal en alusión a la “S” de Sinaloa y a la “supremacía” del cártel.
Concretamente, los presuntos miembros del Cártel de Sinaloa eran identificados como “El Ingeniero” y “El Notario”. El primero se encargaba de recuperar la cocaína base importada desde América y llevarla al laboratorio, mientras que el segundo era alguien “de confianza” que cumplía con la labor de supervisar todo el flujo de operaciones.
El complejo procedimiento se realizaba en un gran chalet de Pontevedra, aislado de otras viviendas y rodeado de una enorme parcela. Después de que la cocaína “en bruto” llegaba al puerto español, el grupo criminal la trasladaba al laboratorio utilizando disfraces de transportistas y emisores Wi-Fi para mantener la comunicación en los trayectos.
La instalación era capaz de producir hasta 200 kilos diarios de cocaína, pues los cocineros se alternaban durante distintos turnos para mantener el macrolaboratorio en funcionamiento las 24 horas del día.
Como resultado de este operativo conjunto entre agencias internacionales fueron detenidas 18 personas (incluidos los dos supuestos miembros del Cártel de Sinaloa) y quedaron bajo resguardo oficial 1.300 kilos de pasta base de cocaína, 151 kg. de clorhidrato de cocaína, más de 23.000 litros de precursores químicos, 17 propiedades (con un valor de casi 34 millones de pesos) y 37 documentos financieros.