Un hombre vestido de negro con gorra y cubrebocas —que lo cubría parcialmente del rostro— entró el sábado pasado a un negocio de “máquinitas” en la ciudad de Colima, empuñando una pistola corta.
Tres personas, una mujer y un hombre que estaban sentados uno al lado del otro, y un tercer individuo que se encontraba al fondo, ocupaban cada uno una de las 15 “tragamonedas” del negocio.
Sigiloso, pero con determinación mortal, el hombre de negro se acercó hasta donde se encontraba la pareja, y antes de que la mujer se percatara que alguien atrás le apuntaba a la cabeza, cayó desvanecida sobre el tablero de una de las máquinitas con dos tiros que le perforaron la nuca.
Su acompañante, aterrorizado, sí alcanzó a reaccionar, pero no fue suficiente para salvarse. Después de intentar correr y tropezarse, su ejecutor lo remató varias veces en el suelo del establecimiento.
Lo más consternante de la grabción captada por una cámara de seguridad, de un minuto y cuatro segundos de duración, fue que el otro hombre que se encontraba al fondo apenas se inmutó cuando el sicario accionó su arma contra las víctimas.
Incluso, después de atestiguar la escena, el hombre permaneció sereno en su lugar y continuó manipulando la “maquinita” por varios segundos, como si nada hubiera pasado, antes de levantarse y retirarse en calma del lugar .
“Sospechosa la actitud del que estaba jugando al fondo ‘jugando’ maquinitas. Porque volteó al momento de la agresión, se quedó como si nada, y después salió viendo hacia ambos cuerpos, como si estuviera inmiscuido en la agresión”, comentó un usuario en Twitter.
“Lo que más duele es ver la sangre fría. No solo de quien ejecuta sino del tipo que está atrás jugando… Solo voltea y ve lo sucedido y sigue jugando”, zanjó otro.