Podio histórico. Este miércoles se cumplen ocho años de un día memorable para el tenis mundial. El 5 de agosto de 2012, en Londres, en La Catedral, en el mítico césped de Wimbledon, el escocés Andy Murray se coronó campeon en los Juegos Olímpicos quedándose con la medalla de oro, mientras que el suizo Roger Federer obtuvo la de plata y el argentino Juan Martín del Potro consiguió el bronce.
Más allá de la cita especial por tratarse del evento olímpico, el escenario le dio un plus al tenis. Por única vez, Wimbledon, el Grand Slam londinense, se vistió de gala para recibir a los Juegos Olímpicos y el podio fue particular, por diversos motivos. En menos de un mes, Murray se desquitó de la derrota ante Federer en la final de ese Grand Slam, pudiendo recién al año siguiente cortar la sequía histórica de un británico en su Major, de 77 años.
En la final del Grand Slam, el suizo superó al escocés en cuatro sets tras superar al serbio Novak Djokovic en semi y así le quitó el N°1. Pero acto seguido llegó la lucha olímpica y hubo dulce revancha para Murray, ante su gente, ya que le ganó en tres sets, sin problemas, aprovechando también que Federer venía de batallar durísimo con Del Potro en una semifinal maratónica definida por 19-17 en el tercer set.
Murray fue verdugo del serbio en semi y se dio un gusto enorme ante Federer, nada menos que en Wimbledon, el segundo hogar del suizo, dueño del récord de títulos allí. El público deliró con el británico, apoyado mucho desde las tribunas, pese al fanatismo tremendo que existe por el suizo, quien soñaba con ser por primera vez oro individual en un certamen olímpico.
En tanto, Del Potro se convirtió en el primer tenista argentino en subirse a un podio en los Juegos Olímpicos en singles masculino. El tandilense se impuso en dos parciales a Djokovic y logró un hito, que inclusive mejoró cuatro años después, cuando repitió la victoria frente al serbio, pero en el debut, para después vencer al español Rafael Nadal en semifinales y ceder contra Murray en la final de Río de Janeiro 2016.
Por eso, también, Londres 2012 quedará guardado en la memoria de los fans albicelestes. Y resulto un sabor amargo para Djokovic, quien no pudo quedar tercero. Ese triunfo de Del Potro resultó sorpresivo en La Catedral, al punto de que Federer, tras caer en la final, esperaba al serbio para subirse al podio y lo consultó al argentino, sorprendido, sobre si había podido derrotar al de Belgrado.
A ocho años de aquel día histórico, los recuerdos siguen tan fuertes para algunos protagonistas y para millones de fanáticos.
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